ORDENAN a Bienestar informar de traspaso de recursos

A tres días del secuestro en la Selva Lacandona de ocho policías de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) estatal, incluida una mujer, familiares de dos de ellos bloquearon el Libramiento Norte de esta capital en demanda de su localización.

Los inconformes aseguraron que presuntos indígenas tzeltales de la localidad Frontera Corozal se llevaron a los efectivos porque los confundieron con gente del crimen organizado, según les dijo un funcionario de la SSyPC el viernes pasado, cuando por primera y única vez les atendieron en la Secretaría.

En la última comunicación, los uniformados alcanzaron a decir que cuando mantenían un retén carretero muy cerca de la localidad fueron llevados a la cárcel comunitaria, una construcción de madera y sin servicios sanitarios.

«La Secretaria titular (Gabriela Zepeda Soto) no nos atendió, y quien lo hizo no nos dio respuesta de cuándo estarán libres, nos dijo que no es secuestro que solo se los llevaron, ¡imagínese esa respuesta! que están en una mesa de diálogo, nos ofrecieron terapia psicológica, pero no queremos terapia queremos a nuestros familiares», dijo Rosa Aurora Trinidad Domínguez, esposa del policía Julio César Bolom Martínez.

La mujer narró que de los hechos se enteraron por las redes sociales.

«Mi esposo dejó de comunicarse y yo me preocupé, en una página vimos que se los habían llevado, las otras familias no han venido a manifestarse porque no saben que fueron llevados, pues a veces ellos son enviados a comunidades lejanas donde no hay señal», afirmó.

Bolom Martínez es padre de familia, tiene 10 años como policía de la SSyPC y sus viajes a la zona alta indígena de Chiapas se habían vuelto constantes, a petición de sus mandos superiores, dijo su esposa, quien junto a otros familiares bloqueó la vía con pancartas y conos de plástico.

Yaneth del Carmén López Hernández, esposa de Daniel Alberto Gómez Jiménez, lamentó que la SSyPC no dé respuesta tras varias horas de bloqueo, instalado frente a la entrada de la dependencia.

«Y no nos permiten entrar al baño de la Secretaría, ni nos dicen nada, pero aquí nos quedaremos hasta que los liberen», aseguró.

«Mi esposo tiene 31 años, dos hijas, él siempre ha sido patrullero y hasta ahora que lo comisionaron allá».

Algunos familiares se mostraron incrédulos ante la versión de la Policía estatal de que los policías fueron confundidos por el crimen, ya que todos iban uniformados.

En Frontera Corozal sus habitantes viven del ecoturismo, pero la localidad forma parte de la ruta para traficar migrantes.

Esta ruta va de, Benemérito de las Américas, municipio pegado a Guatemala, a una hora de distancia, pasa por Frontera Corozal y sigue hasta Palenque, contó un poblador de Ocosingo.

Aunque la localidad pertenece al municipio de Ocosingo, cuya cabecera está a seis horas de distancia, sus habitantes se conectan para hacer algún trámite con Benemérito de las Américas, por la cercanía.

«En Benemérito la cosa es tensa, ahí ya no entra nadie que no se identifique, si un extraño llega, rápido les llegan a preguntar qué hace ahí, es un municipio muy controlado por el crimen», dijo el hombre.

«La gente de Frontera ya esta harta de que existe el cobro de derecho de piso solo para los negocios grandes del turismo, y últimamente, el crimen amenazaba con tomar las carreteras como sucede en otros puntos del estado, pero ni la policía puede hacer nadalo que no sabemos es que si la gente que se llevó a los policías son pobladores ya hartos de tanta amenaza o pobladores que ya está con algún grupo del crimen».

En la vía que va de Frontera Corozal a Benemérito de las Américas hay un retén de la Secretaría de la Defensa Nacional, y en la carretera a Palenque, hay otro retén de la Policía estatal, añadió el poblador.

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