¿Y finalmente qué pasó con el caso Pío López Obrador?

Tubo de Ensayo, por René Delios//

Porque recién se iba a retomar el tema, y se les diluyó de las manos pues, ni siquiera se trata de que en caso de que haya cometido una irregularidad se le aplique la justicia de ley, sino que la intención real es perjudicar de alguna manera al presidente y su 4T, comprobando que un familiar directo participó en asuntos de corrupción que conllevaron a su triunfo en 2018.

De ese tamaño aún el ardor de sus adversarios que, también, han visto cómo cada demanda en contra de las obras emblemáticas del sexenio, han caído una a una -lo que no garantiza, neta, que esas obras sean buenas para México-, en su mayoría interpuestas bajo el mismo criterio: perjudicar a la actual administración pública, no a la seguridad, no a el medio ambiente: eso nunca le ha importado a gentes como Claudio X González.

¿O sí?

Salvo antes haya apoyado a fundaciones pro ecológicos y similares.

Realmente estaban muy sácale punto tratando de demostrar el alto grado de corrupción en torno a la operación política de Pío para conseguir financiamiento económico para su hermano Andrés Manuel, como sí eso fuera nuevo en el escenario electoral mexicano, lleno de filtros, candados y blindajes, para impedir que el rubro negro ingrese a las campañas cuando, eso data desde el siglo pasado, en el que incluso se usó -sino es que todavía- dinero público para apoyar candidaturas de personas cercanas a los gobernantes estatales.

Recuerdo bien cuando, en la oficina de un prominente empresario chiapaneco que me brindó su amistad con respeto, vi pasar a los primeros candidatos perredistas de entonces, que buscaban ser diputados locales, e igual de otras siglas, para que les dieran una lana, en algo que saben todos los que han sido candidatos -pasar la charola, le dicen-, que es algo de lo pero que ninguno habla pues, todos y sin excepción, los candidatos lo hacen pues las prerrogativas no le alcanzan ni para el arranque de campaña, luego de que otrora quedó vigente el derroche, desde la torta con refresco, las camisetas, las gorras, las promesas de chamba.

“Me interesan esas plazas, negro”, Me dijo mi amigo millonario -hará 28 años-, cuyos antros gozaban del privilegio de cerrar hasta tarde, en no pocas cabeceras municipales gracias a eso: apoyar candidaturas, en un recurso obviamente no declarado por los aspirantes, pues él apoyaba a todos: “Negociamos impunidad”, me indicó.

Y la subo: realmente no hay nada que le impida a Pío López Obrador volver a ser operador político de Morena, aunque aparecer en favor de algún aspirante en la compleja contienda interna -ya adelantada- por la candidatura a la presidencia, en ese partido de alacranes, contaminaría el proceso con creces pues, el que fuere sería considerado el “favorito” del mandatario.

Pero como militante, tiene los derechos políticos vigentes para ello: simpatizar por un aspirante a la presidencia, desde luego.

Pero como sabemos la grandeza no está en los actos, sino en la manera de realizarlos y Pío tiene antecedentes del modo de operar, desde que a inicios del sexenio se jaló a 21 alcaldes que llegaron al poder con otras siglas, traicionando su “convicción política”, demostrando solo oportunismo y generar hasta cierta preocupación dentro de ese partido en Chiapas, por la llegada de gente que la militancia fundadora de Morena consideró no grata -y que ya llevan mano en cargos y otras mercedes-, porque esos políticos como tales, siempre han exigido su cuota y a no pocos se las dieron en 2021.

Y más a los que pueden pagar sus campañas.

Como en todos lados, las piezas se acomodan, aun las formas poco ortodoxas: es la clásica de la política mexicana, de ínfima calidad.

¿Tendrá Pío López aspiraciones políticas?

Desde luego y desde que lo conozco hará dos décadas, en que dirigió el CECyTECH, pero ser hermano del presidente no es cualquier cosa.

Pío es un operador político al que le tienen que permitir ese derecho en su partido, incluso el ser aspirante a un cargo de elección popular y trabajar para ello, y lograr que en consulta los militantes lo elijan como candidato, si es que se sigue con ese método en Morena para 2024.

Salvo, claro está, se reserve él, ese derecho.

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