¿POR QUÉ AMLO nunca va a pasar a la historia como Benito Juárez? Especialistas explican

Ciudad de México, 21 OCT.-Una de las aspiraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador es “pasar a la historia”, él mismo lo ha dicho, pero no solo eso, sino que quiere hacerlo como lo hizo el expresidente Benito Juárez. Algunos expertos consideran que esto no será posible, debido a que ambos manejaron al país de formas diferentes.

Durante el foro EF Meet Point Virtual: ¿Ha reescrito la historia de México la 4T? de este jueves 20 de octubre, la historiadora María de Los Ángeles Magdaleno y el escritor y novelista Francisco Martín Moreno explicaron que el gobierno de la 4T va en contra de muchos principios que dejó plasmados Benito Juárez, uno de los presidentes más importantes en la historia del país.

Al hacer una comparación sobre el trabajo de ambos mandatarios, los especialistas interpretaron que mientras Benito Juárez fue partidario del libre mercado y del estado de derecho con su frase “El respeto al derecho ajeno es la paz”, López Obrador mantiene una postura distinta a través de sus acciones.

El tema del libre mercado se refleja cada que López Obrador hace un comentario contra las empresas y las acusa de neoliberales, aunque nunca ha dejado claro a qué se refiere con eso. La segunda está ligada a la persecución que hace contra opositores que van en contra de su ideología, que amenaza con investigarlos y no duda en tacharles de corruptos.

“Juárez y López Obrador no se parecen en nada, ni en el libre mercado, ni en los esfuerzos por educación. AMLO se caracteriza por su falta de respeto a las mujeres, y Juárez las rescató de este segundo plano en un país machista… Benito Juárez trabajó por la medicina por la legalidad y la medicina, cosas que no existe”, dijo Francisco Martín Moreno.

La religión y el gabinete, las principales diferencia de Juárez y AMLO

María de Los Ángeles Madaleno señala que, a pesar de que Benito Juárez era católico, “metió en cintura a la iglesia y la separó del Estado de manera permanente, porque tanto él como el grupo que lo rodeaba tenía amplias capacidades intelectuales”.

En contraste criticó que López Obrador ha utilizado a la religión para repartir su cartilla moral, y que incluso no ha reconocido que se relaciona con grupos religiosos que tuvieron mucho éxito en Tabasco durante la Revolución y continúan hasta la fecha. “Los ha traído como sus soldados, ha traído unas relaciones muy irregulares con la religión. Está el tema de Naasón Joaquín y su homenaje en Bellas Artes, y después que fue procesado entonces se deslindaron de él”, dijo la historiadora.

A pesar de ser ajeno a las posturas de Karl Marx, Benito Juárez entendió la relevancia de separar a la iglesia del Estado porque mantenerla daba muchas utilidades a la religión, y también comprendió que aunque no compartía ideologías con algunos miembros de su gabinete, lo mejor era tenerlos por sus capacidades intelectuales.

Santos Degollado es uno de los ejemplos a los que la historiadora señala que aunque no eran cercanos a Benito Juárez, porque el expresidente lo señalaba como una persona racista, formó parte de su administración.

Caso contrario es el gobierno de López Obrador, quien tiene en su gabinete únicamente a las personas que le son fieles. 

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