NO fuimos Dinamarca: gobierno de AMLO deja sin consulta médica a 46% de enfermos pobres y sin cirugía a 500 mil personas

Ciudad de México, 04 MAR.-El presidente Andrés Manuel López Obrador dejó sin consultas médicas a la mitad de los enfermos más pobres del país y dejó de hacer 20 millones de estudios de laboratorio, si lo comparas con el sexenio pasado.

Además, medio millón de personas más no pudieron lograr que les hicieran una cirugía que necesitaban.

Esto, porque con el pretexto de la austeridad, este sexenio trajo recortes a las principales áreas de Salud o hasta en servicios tan básicos como el agua (a la que le quitaron 39% de su presupuesto) o el mantenimiento de equipo médico como rayos X o esterilizadores en los hospitales de la Secretaría de Salud (a los que les quitaron el 37% de sus recursos).

El resultado: el número de consultas en los servicios que ofreció la Secretaría pasó de 95 millones en 2018 a 51 millones en 2022. Una caída de 44 millones, es decir, 46% menos consultas para quienes no tienen seguridad social, como demuestran cifras oficiales.

Los números a la baja en servicios de salud se registran en casi todos los rubros.

Hubo 14% menos cirugías entre 2018 y 2021, lo que significa 500 mil operaciones menos, como la de Margarita, de 77 años, quien necesitaba una intervención en la cadera, pero tuvo que esperar tres años para tenerla; o Sonia, quien debió pagar 80 mil pesos en un hospital privado tras la fractura de su brazo porque después de 10 días de espera, no la operaban.

Consecuencias de la austeridad de gobierno de AMLO en salud

Además, desde el primer año del sexenio hubo un recorte de 82% para materiales, accesorios y suministros de laboratorio en las instituciones de la Secretaría de Salud, esto significó 654 millones de pesos menos en 2019 con respecto a 2018 en términos reales.

La austeridad tuvo como consecuencia que el gobierno de AMLO hizo 20 millones de estudios de laboratorio clínico menos que el gobierno de Enrique Peña Nieto, lo que afectó a 5.7 millones de pacientes.

En el ISSSTE, la partida de “materiales, accesorios y suministros médicos” que incluye aspectos tan básicos como jeringas, gasas, agujas, vendajes, material de sutura, espátulas, lentes, lancetas, hojas de bisturí, y prótesis en general, tuvo un recorte de 23%. Mientras en 2018 gastó 2 mil 418 millones de pesos, en 2024 tendrá mil millones 867 mil pesos; es decir, 551 millones de pesos menos.

Si bien el país nunca ha tenido un sistema de salud eficaz, las quejas de pacientes y las protestas del personal de salud por la paupérrima situación en la atención médica han sido recurrentes en el actual sexenio, mientras el gobierno presume la aplicación de una política de austeridad en todos los sectores, incluyendo la salud.

¿Cuánto impacta no tener tiras reactivas para enfermos de diabetes, que no funcione una máquina de ultrasonido o que los elevadores tengan fallas? ¿Podría retrasar cirugías que los médicos no tengan ni siquiera suturas, bisturís, o que un quirófano esté inhabilitado por falta de mantenimiento? ¿Cuántos pacientes dejan de ser atendidos por falta de equipo? ¿No comprar insumos es ahorro?

En esta investigación Animal Político analizó el presupuesto en salud en partidas presupuestales tan específicas como insumos, instrumentos de laboratorio, reparación de equipo y hasta papelería, para verificar si la austeridad había tenido impacto en el trabajo cotidiano de los hospitales.

Animal Político buscó entrevista con el secretario de Salud Jorge Alcocer, y pidió postura a la dependencia después de entregarle los cálculos de recortes, pero no hubo respuesta.

¿Sistema de salud de México como el de Dinamarca?

La primera vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que México tendría un sistema de salud como el nórdico fue en noviembre de 2018, cuatro días antes de tomar posesión, pero repitió la promesa 39 veces más durante cinco años. La última vez fue en noviembre de 2023 y nuevamente aplazó la fecha: “En marzo (de 2024) tenemos resuelto el tema. Vamos a tener funcionando el mejor sistema de salud pública del mundo, aunque se burlen mis adversarios”, dijo.

La realidad confirma lo contrario.

El año pasado, un hombre de oficio albañil cayó de un autobús de pasajeros en movimiento. El golpe en la cabeza fue tan severo que requería una operación urgente, pero en Milpa Alta, donde ocurrió el accidente, no había ningún hospital que pudiera hacerlo, por eso lo trasladaron al Hospital General Balbuena.

Efectivamente le realizaron la cirugía, pero días después, cuando la neurocirujana Érika Cano regresó de vacaciones y revisó al paciente, se dio cuenta que la herida había sido cerrada solo con seda médica, o sea, no había sido cosida, por eso se estaba abriendo y tenía masa encefálica expuesta, lo que le estaba provocando una infección que le hacía desprender un olor insoportable.

La doctora, furiosa, preguntó por qué habían cerrado solo con seda y la respuesta fue: “No había más suturas”. Cano consiguió las suturas y volvió a operar al hombre. Gracias a eso, recuperó la visión central, aunque perdió la periférica, y después de cinco meses de rehabilitación ha vuelto a caminar. 

Una sutura hizo la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.

Recortes en el sector salud de México

Para corroborar si la falta de insumos tan básicos, como en este caso, es resultado de que en el sector salud también se aplicó la política de austeridad del presidente López Obrador, Animal Político siguió una metodología en la que primero entrevistó a una decena de personal de salud para saber cuáles eran los insumos indispensables que utilizan para atender a los pacientes.

De ello resultaron 31 conceptos, como servicios básicos: agua, luz, gas, internet; insumos para trabajar y atender enfermos, como suministros médicos, equipo de protección como ropa quirúrgica y reparación de equipo médico; blancos y productos textiles, como sábanas, cortinas y batas.

Artículos básicos como papelería, material de impresión, computadora, artículos de limpieza. También conceptos relacionados a la infraestructura como conservación de inmuebles, materiales de construcción, refacciones para elevadores, servicios de limpieza y manejo de desechos. Y las remuneraciones al personal.

Cada uno de esos artículos fueron buscados en el Clasificador por objeto del gasto, el instrumento presupuestario que asigna claves de identificación a todo lo que el gobierno compra, arrienda o contrata. Así se pudo localizar en el presupuesto de egresos de 2018 a 2024 y de Cuenta Pública, cuánto gastó la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE en cada una de esas partidas.

Para el análisis se dejó fuera los años 2020 y 2021, toda vez que la pandemia de Covid 19 trajo gastos y estadísticas de atención atípicas, y en el cálculo de la Secretaría de Salud para 2024 se sumó el presupuesto de las mismas partidas en el IMSS-Bienestar, organismo que sustituyó al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).

También se revisaron las estadísticas de servicios como consultas y estudios en la Secretaría de Salud, el sistema que atiende a la población sin seguridad social, es decir, a los más pobres.

Los resultados confirman recortes en las áreas que pacientes y personal médico han denunciado afectaciones.

En Salud, no fuimos Dinamarca: testimonios de la falta de insumos en hospitales por austeridad

En 2018, la Secretaría de Salud gastó mil 373 millones de pesos para “materiales, accesorios e insumos médicos”, que incluye las cosas más indispensables para tratar a cualquier paciente: jeringas, gasas, agujas, vendajes, material de sutura, espátulas, lentes, lancetas, hojas de bisturí, y prótesis en general. Pero en 2019 sólo le fueron aprobados mil 254 millones de pesos. El recorte es de 9%, una cifra que parecería menor, pero se trata de 119 millones 586 mil pesos menos. ¿Qué significa comprar menos insumos?

La enfermera Almudena, a quien se le ha cambiado el nombre para evitar represalias, explica que a inicio de 2023 el Hospital General de Xoco no tenía jeringas de insulina, una de los insumos básicos en los hospitales de este país, toda vez que existen 12 millones de personas con diabetes, y este padecimiento es la segunda causa de muerte entre los mexicanos. 

“No teníamos jeringas para poner una simple insulina a un paciente diabético que estaba con la azúcar súper elevada ¡¿cómo le hacíamos?! Teníamos que improvisar. Desgraciadamente se va a oír mal que lo diga, pero a veces hacemos las cosas al tanteo. Le calculamos las 4 unidades de insulina que necesita en una jeringa de 3 o 5 mililitros; es distinto a dárselo exacto en la jeringa de insulina de 1 mililitro”.

Otra muestra ocurre en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, dependiente de la Secretaría de Salud que da atención de tercer nivel a pacientes de todo el país: en este momento no tiene insumos suficientes para recibir las donaciones de sangre, algo indispensable para cualquier hospital.

Poco antes de las 6:00 horas de este sábado 2 de marzo, Ricardo Fagoaga acudió a donar sangre al instituto, por segunda ocasión, pero una hora después, cuando la fila no avanzaba, salió un trabajador sanitario a informarles que no los podía atender por falta de insumos e intentó disculparse con los usuarios.

“Todos los días veo que viene gente de Oaxaca, de Chiapas que está donando tiempo, eso es una bondad, una generosidad, yo lo entiendo, pero entiendan también al Instituto, porque cómo le hago si no tengo bolsas (para almacenar la sangre)”, dijo, como se observa en un video publicado por Ricardo en la red social X.

También había intentado donar el martes, pero igualmente no fue atendido; cuando preguntó la razón, le explicaron que no había insumos suficientes, por eso tenían órdenes de las autoridades de únicamente atender a 40 personas por día para racionalizar los insumos.

El recorte en insumos en el ISSSTE llegó a 69% al comparar 2018 con 2024. Esto se traduce en 87 millones 797 mil pesos menos para comprar jeringas, gasas, o material de sutura. Mientras que en el IMSS hubo un aumento de 34% para 2024, que significa 3 mil 371 millones de pesos más que 2018; aunque en 2019 y 2020 en plena pandemia, tuvo recortes de 2 mil millones de pesos con respecto a 2018.

En 2022, medio millón de personas que acudieron a clínicas y hospitales de la Secretaría de Salud no tuvieron los ultrasonidos que requerían y 900 mil personas no tuvieron estudios de radiología en comparación con 2018, una caída de 29% y 4%, respectivamente, de acuerdo a estadísticas oficiales.

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