LLEGA de Grecia obra que explora dualidad humana

Por Erika P. Bucio

Cd. de México (10 octubre 2022).- Procedente del underground griego, con su compañía Edafos, a partir de piezas que eran híbridos de teatro físico, danza experimental y arte escénico, el artista griego Dimitris Papaioannou (Atenas, 1963) conquistó la escena internacional tras ser llamado a París con su espectáculo Still Life.

Esa obra de 2014, presentada en el Théâtre de la Ville, fue el punto de quiebre en su carrera, pues con ella hizo su primera gira por EuropaSudaméricaAsia Oceanía.

«París lo revolucionó todo», rememora en entrevista. Aunque para entonces, en realidad, ya había recorrido un buen trecho en la escena.

Con Edafos, creada en 1986, y su vehículo artístico durante 17 años, firmó su icónica Medea, que marcó el tránsito a los grandes escenarios.

Ya sin la compañía, Papaioannou se encargó de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos de Atenas 2004, y tan solo su producción 2, para 22 intérpretes varones, fue vista por más de cien mil personas en 73 funciones en el Teatro Pallas de Atenas en 2006.

En la que será su primera presentación en México, el artista llevará a Guanajuato, en el Festival Internacional Cervantino (FIC), que arranca este miércoles, una de sus piezas más ambiciosas, Orientación transversal, cuyo título alude a un término científico para explicar el método que la mayoría de los insectos, pero en especial las polillas, utilizan para seguir una trayectoria lineal guiándose con la luz de la Luna, pero la luz artificial hizo que el mecanismo fallara y las polillas se vieran, irremediablemente, aleteando en círculos.

Este fenómeno sirve al artista como metáfora de nuestro tránsito como humanidad, «girando en círculos, atraída por la idea de divinidad«, en los sucesivos cambios de civilización.

«Es una metáfora de nuestras vidas, la manera en que concebimos nuestra navegación», describe.

Un juego de energías básicas: espíritu y materia
Al hablar sobre las fuentes de inspiración para este trabajo que estrenó en 2021 en el Onassis Stegi de AtenasPapaioannou se refiere al impacto emocional de ver a su padre, quien era un hombre fuerte, debilitarse a medida que envejecía y su salud mermaba.

«Es un viejo tipo de masculinidad a la que decimos adiós», ataja.

El deterioro del padre hizo que, como hijo mayor, pensara: «Soy el siguiente a quien toca lidiar y organizar esta energía primitiva». Algo que en la obra se expresa con la presencia de un toro en el escenario, encarnación del sentido de «responsabilidad y continuidad».

De modo que también aborda la compleja relación con los ancestros: «A los que hay que matar para poder sobrevivir, pero que, una vez que los matamos, vuelven en nuestros sueños porque es mucho lo que nos han inculcado».

Y así como incluye la presencia del toro, Papaioannou utiliza un espejo de agua en el escenario.

«En mi trabajo trato de conceptualizar las energías básicas, espíritu y materia, antiguo y nuevo; me gusta que las acciones específicas tengan un equivalente abstracto: tengo un toro masculino, enojado y primitivo que siempre está sediento del agua, un elemento femenino», declara.

De modo que el artista juega con ambas energías, el toro y el agua, para mostrar cómo interactúan lo masculino y lo femenino.

Papaioannou parece interesarle menos hablar de su fuente de inspiración que del resultado en escena de esta pieza para ocho intérpretes: «No importa lo que me inspira sino lo que inspira en la gente después de verla».

Tampoco persigue provocar un ejercicio racional sino el disfrute de la audiencia. «No tengo esas ambiciones», dice, y sonríe al expresarlo. Y quisiera, insiste, que el público del Auditorio del Estado de Guanajuato, donde presentará la pieza, tenga la impresión de estar soñando aun sabiéndose despierto. Y es que Orientación transversal es una invitación a meditar.

«Emborracharse con la belleza humana y con la esperanza de que se abran algunas puertas, diferentes para cada uno, de la autoconciencia«.

El coreógrafo muestra el contraste entre la desnudez y el cuerpo cubierto por un traje negro.

«Es la dualidad de nuestro estado natural, vulnerable; nuestro ser más bello, vulnerable como al nacer, y también la manera en cómo nos entregamos a otros, y, por otra parte, la figura de la persona civilizada, vestida», agrega el artista.

El pintor que halló en el teatro su destino

Privilegia en sus creaciones los vestuarios monocromáticos. Quizás ese manejo del color puede atribuirse a su experiencia previa como pintor. Lo que tiene claro es que el propósito de vestir a sus intérpretes con un traje negro es acentuar el contraste con el color de la piel.

Una decisión estética que posibilita crear ilusiones ópticas en el escenario al «mezclar los cuerpos», o bien «aislar» sus partes, como una pierna o un brazo, como si fueran independientes.

«Pienso que soy un pintorque pinta mejor en el escenario que sobre el lienzo», asegura.

Papaioannou viró de la pintura a las artes escénicas y arriesga una de tantas respuestas posibles para explicar ese tránsito en su carrera.

«La pintura, como la poesía, es una tarea solitaria: cuando pintas y exhibes en la galería, alguien compra tu obra y se la queda en su casa, pero cuando era joven quería una interacción directa con mi generación y quienes me rodeaban.

«El teatro es tan inmediato; para hacerlo te obligas a compartir con otros; para comunicar te obligas a compartir con los demás, y entonces desaparece y pertenece a todos. Creo que eso me fascinó, pero también creo que era mi destino».

Erotismo y espiritualidad en escena

Si bien no reconoce con claridad una influencia directa del teatro griego clásico, concede, sin dudarlo, que su trabajo está «empapado» de la cultura griega.

«Crecí con la belleza de los cuerpos masculinos esculpidos en mármol, crecí caminando entre las ruinas e (imbuido) de una característica griegauna sensualidad espiritual. En estas esculturas del cuerpo desnudo hay dosis por igual de erotismo yespiritualidad«.

Reconoce que este balance, además de «la cualidad de la luz, la poesía de las cosas simples y el dominio de la escena», fluye en el cuerpo de su obra.

«Viajando por el mundo me doy cuenta de cómo mi obra es percibida en otras civilizaciones y es definitivamentegriega, no lo sabía, pero a partir de la diferencia con los otros, puedes saber quién eres», asevera.

Recurre a fragmentos de la música de Antonio Vivaldi para este espectáculo, aunque suele crear piezas donde prescinde de la música.

Orientación transversal se presentará en Guanajuato con un elenco internacional, con funciones del 14 al 16 de octubre.

«Mi misión es agotar el talento que me fue dado y compartirlo con los demás», dice

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