El ingenio humano con sus encantos va hacia la destrucción

A Media Palabra, por Miguel Arcadio Cruz Ruiz ·

Las enfermedades respiratorias afectan entre otros a las vías nasales, los bronquios y los pulmones y son principalmente: la gripe, resfriado común, rinitis, rinosinusitis, faringitis, amigdalitis, bronquitis, enfisema pulmonar, asma, neumonía y cáncer de pulmón.

Algunas manifestaciones de ellas, son: tos persistente, falta de aire, secreciones respiratorias, dolor de garganta, fiebre, estornudos, obstrucción nasal, inflamación del revestimiento mucoso de la nariz, afectación de las cavidades para nasales, fiebre, dolor al tragar, dolor de oído, dolor de cabeza, dificultad para respirar, insomnio, fatiga, silbidos en el pecho, escalofríos, dolor en el pecho, pérdida del apetito, respiración rápida y agitada, pérdida del olfato e impedimento a la respiración normal.

El impacto de estas enfermedades varía de una persona a otra, de acuerdo a la afección en cuestión, su grado, tiempo de evolución, estado físico y edad del paciente.

Bajo este contexto, a finales de los años 40s y en la década de los años 50s, la vacuna contra la tuberculosis empezó a ser aplicada en la población infantil para combatir esa grave enfermedad, coincidentemente comenzaron a presentarse con frecuencia en niños y adultos, enfermedades de las vías respiratorias, entre ellas el asma.

El experimentado médico chiapaneco Fernán Pavía Farrera, siendo consultado por varios pacientes inició en ésa época la investigación en casos concretos, dada la frecuencia de estas patologías resistentes a los medicamentos suministrados, lo cual sugirió como principal sospecha la aplicación de la vacuna que nos trata.

El origen de la sospecha fue, el hecho de que en los años 40s dichas enfermedades no se presentaban, sino hasta después de la aplicación de la vacuna.

De las investigaciones que hiciera el Doctor Pavía, se detectó que un componente de la vacuna originaba una bacteria que ocasionaba síntomas diversos en vías respiratorias y al ubicarse en los pulmones permanecía en forma latente.

La cura para la tuberculosis fue sacada de la bacteria que generaba esta enfermedad en las vacas, bacteria que producía defensas para los casos de meningitis tuberculosa, pero no evitaba la tuberculosis pulmonar.

Con base en estos resultados, Fernán Pavía comenzó a dar tratamientos para combatir dichas patologías, esto de acuerdo con el peso y edad de los diferentes pacientes. Los beneficios se dieron a conocer en forma privada, teniendo en su haber cientos de niños y adultos, tratados con éxito.

Hoy en día, el riesgo de enfermedades graves se da cuando existe una primo infección que padecen muchos de los adultos mayores quienes recibieron la aplicación de la vacuna de referencia siendo niños.

Desde entonces, el especialista ha recomendado a sus pacientes, tomarse una radiografía de tórax, examen básico sobre el cual se funda el diagnóstico pues cada uno de los elementos de una primo infección no tratada puede ser refugio de bacilos y moléculas respectivamente, las que pudieran buscar la oportunidad de generar enfermedades como la neumonía que para el caso, se viene dando en personas mayores de setenta años que siendo niños fueran vacunados con la multicitada vacuna en aquella época, por lo que dicho sector es el más vulnerable de la población con mayor mortandad por el hoy famoso coronavirus.

Conforme a la opinión de expertos y visto el contenido de los apartados anteriores, sabiendo que el coronavirus no es un organismo vivo, sino una molécula de proteina cubierta por una capa protectora de lípido que al ser absorbida por las células mucosas ocular, nasal o bucal, cambia el código genético de ellas y las convierten en células agresoras y multiplicadoras, que encuentran un paraíso en los pulmones que desde entonces están dañados.

Así que, a todo lo que se ha dicho e investigado, considero debe sumarse lo que ahora opino, no sin antes expresar que en la década ya citada, se trataba de establecer defensas contra una enfermedad y quizá hoy a partir de que el hombre ya dividió el átomo considerado siempre indivisible en física y en ahora en biología ha dividido el código genético, pues con ello, estaríamos ante una contradicción que goza de un lado oscuro y peligroso si para el tema se estuviera usando en forma maligna.

Curiosamente las guerras se ven acompañadas de enfermedades, o bien, las enfermedades se ven acompañadas de guerras. Lo que si es cierto es que no existe una guerra en donde dejen de aparecer enfermedades.

Veamos pues en este año con las guerras ardiendo en Gaza, Sudán y Ucrania, y las labores para el restablecimiento de la paz en crisis.

¿Qué enfermedades nos traerán?

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