HUMO de leña, un asesino silencioso en las comunidades de Chiapas

Javier Domínguez.

28 de octubre del 2024. Tuxtla Gutiérrez.- El estado de Chiapas es el segundo del país con mayor población que cocina sus alimentos con leña, pero también con mayores afectaciones a la salud por este método.

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el “Diagnóstico del derecho al medio ambiente, 2024” Chiapas es una de los estados con mayor porcentaje de personas que usan leña o carbón para cocinar, con el 42.5 % de los hogares.

Las tres entidades Guerrero, Oaxaca y Chiapas, tienen las proporciones superiores al 40 % de viviendas con estas condiciones.

Lamentablemente estos decesos están directamente relacionados con contaminación del aire, lo cual se puede medir a través de la tasa del indicador denominado “muertes atribuibles a contaminantes al interior del hogar”.

Cabe destacar que, la mayor tasa de fallecimientos relacionadas con la intoxicación en interiores se registra en Oaxaca con 23.9 muertes por cada 100 mil habitantes, Chiapas con 22.5 y Guerrero con 18.3.

La quema leña, madera y ocote en los fogones o estufas tradicionales produce altos niveles de contaminación por partículas suspendidas e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).

La exposición a las partículas suspendidas en el hogar puede ser cien veces más respecto a los estándares establecidos para la contaminación exterior.

Esta exposición es preocupante si se considera que, en México, 22.5 millones de personas utilizan leña como principal fuente de energía.

Otro panorama nacional, es que el porcentaje de población en viviendas sin chimenea cuando usan leña o carbón para cocinar fue de 11.3 % a nivel nacional.

Algunas de las causas de defunción tras la exposición a dicha polución: cardiopatía isquémica, accidentes cerebrovasculares, infecciones de las vías respiratorias bajas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cáncer de pulmón.

De acuerdo con este estudio nacional, el aire brinda beneficios a toda la población al ser un bien público de acceso ilimitado y no exclusivo.

Lamentablemente, su deterioro tiene un impacto significativo en la salud, así como en la calidad de vida de las personas.

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