La temperatura, la luz, la humedad, incluso las vibraciones pueden alterar el sabor y aromas de la bebida.
El vino tinto es mucho más que una bebida, es una experiencia sensorial que invita a descubrir sabores, aromas y texturas.
Para poder disfrutarlo en la comodidad del hogar, necesitamos saber cómo conservarlo adecuadamente. Si no almacenamos cada botella como se debe, el vino puede perder su sabor, oxidarse o deteriorarse.
Para evitar esto, te compartimos una guía para aprender a conservar tu vino tinto de la mejor manera:
No todos los vinos están hechos para envejecer
Los vinos de guarda, como algunos Bordeaux, Barolo o Rioja, mejoran sus sabores con los años, si se almacenan correctamente, pero la mayoría de las botellas que encontramos en el mercado están diseñados para ser consumidos en un periodo de 1 a 5 años después de su compra.
Por esta razón, es importante conocer el tipo de vino que tienes y cuándo es el momento óptimo para disfrutarlo. Si no estás seguro de si una botella puede ser guardada, una buena práctica es investigar, además del precio del vino tinto, las recomendaciones del productor sobre su añejamiento y almacenamiento.
La temperatura: el factor más importante
Uno de los aspectos que más debemos cuidar para conservar vino tinto es la temperatura de almacenamiento, considerando que los cambios bruscos pueden afectar negativamente sus propiedades organolépticas (sabores y aromas).
Incluso, una temperatura incorrecta puede acelerar el proceso de envejecimiento de la bebida, al grado de llegar a arruinarla.
¿Cuál es la temperatura ideal?
Para almacenar vino tinto en casa, la temperatura ideal está entre 12 °C y 18 °C:
● Los vinos que se beben jóvenes, pueden tolerar temperaturas cercanas a los 18 °C.
● Los vinos de guarda o más complejos, como un buen Cabernet Sauvignon o un Rioja Reserva, deberían mantenerse más cerca de los 12 °C.
En ese sentido, debes evitar exponer las botellas a temperaturas superiores a 24 °C, para prevenir la oxidación. Pero también cuidarlas de temperaturas por debajo de 10 °C que pueden detener su evolución y dar lugar a sabores apagados.
Controlar la constancia
Igual de importante es mantener constante la temperatura. Por ello, si no se cuenta con una vinoteca o una cava climatizada, una buena opción es almacenar el vino en un lugar fresco, lejos de fuentes de calor, como la cocina o las ventanas.
Cuida tus botellas de la luz
La luz es uno de los grandes enemigos del vino, porque los rayos UV pueden degradar los compuestos que le dan su carácter. Por esta razón, es recomendable guardar las botellas en un lugar oscuro o, mejor aún, en una cava o vinoteca.
Si bien el vino tinto es un poco más resistente a la luz que el vino blanco, la exposición prolongada a la iluminación natural o artificial puede dañarlo. Si bien las botellas de vidrio oscuro ayudan a proteger el contenido, estas no son infalibles.
El nivel de humedad debe ser óptimo
El nivel de humedad también juega un papel importante en la conservación del vino tinto, especialmente si las botellas tienen tapón de corcho.
Un ambiente demasiado seco puede hacer que el corcho se reseque y deje pasar aire en la botella, lo que oxida el vino. Por el contrario, si la humedad es demasiado alta, puede promover el crecimiento de moho en el corcho o en la etiqueta.
El rango de humedad ideal para almacenar vino se sitúa entre el 60 % y el 70 %. Así que:
● Si vives en un clima seco o en una casa con calefacción, puedes colocar un pequeño recipiente con agua, donde almacenas el vino, para aumentar la humedad.
● Pero, si el lugar es demasiado húmedo, es recomendable asegurarse de que haya una buena ventilación para evitar la proliferación de moho.
Coloca las botellas siempre de lado
Almacenar las botellas de vino en posición horizontal ayuda a que el líquido esté en contacto con el corcho, para así mantener su humedad y evitar que se seque.
En el caso de los vinos con tapón de rosca o corcho sintético, la disposición horizontal sigue siendo la mejor opción, ya que ayuda a ahorrar espacio y facilita la organización de las botellas.
Las tiendas de vinos y Licores, como La Castellana, cuentan con personal experto en el tema. No dudes en consultarlos sobre la mejor forma de conservar por más tiempo las botellas que adquiriste, sobre todo si se trata de un vino que puede añejarse por varios años.
Evita vibraciones o movimiento constante
Las vibraciones constantes pueden alterar los sedimentos naturales del vino y acelerar las reacciones químicas dentro de la botella, lo que puede alterar su sabor y estructura.
Lo mejor es almacenar las botellas lejos de electrodomésticos que generen vibraciones, como el refrigerador o la lavadora. Si optas por una cava eléctrica, asegúrate de que sea estable y que no transmita vibraciones
Puedes destinar una bodega o estante fijo para proteger las botellas de cualquier movimiento.
Minimiza el contacto con el oxígeno
El oxígeno es necesario durante el proceso de vinificación, pero una vez embotellado, el vino debe evitarlo a toda costa, ya que puede hacer que pierda sus aromas y sabores frescos, al grado de deteriorar por completo la calidad del vino.
Así que, si abriste una botella, pero no terminaste su contenido, lo ideal es tratar de extraer el aire del recipiente, con ayuda de una bomba especial, para preservar el vino durante algunos días más. También puedes usar un tapón hermético para limitar la exposición al oxígeno.
Conclusión
Conservar vino tinto en casa no tiene que ser complicado, pero sí requiere atención a ciertos detalles. Medidas como cuidar la humedad y almacenar las botellas en posición horizontal son claves para preservar la calidad del vino. Siguiendo estas indicaciones, podrás disfrutar de cada botella tal y como el enólogo la concibió en sabores y aromas.
Recuerda que el vino es una bebida viva y, con el paso del tiempo, evoluciona, por eso debe recibir los cuidados necesarios.
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