Ciudad de México, 27 MAR.-El exsecretario de Economía y negociador del T-MEC, Ildefonso Guajardo, calificó como una “violación flagrante” al acuerdo comercial la medida anunciada por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25 % a los autos importados, medida que consideró “una herramienta de extorsión“.
“Sin duda, es violatorio al acuerdo que él mismo firmó justamente en 2018. Está violando completamente el establecer aranceles a los componentes mexicanos y canadienses en la línea de integración de la industria automotriz”, afirmó en entrevista para Aristegui en Vivo.
Consideró que Trump anticipó su intención de aplicar los aranceles antes del 2 de abril, fecha en que se definirán las condiciones finales y que esto responde a su estrategia de presionar a sus socios comerciales.
“Seguramente tiene un espacio ahí para establecer unos cinco o seis días de negociación con las contrapartes canadienses y mexicanas”, explicó.
El exfuncionario detalló que la medida afecta directamente a la industria automotriz norteamericana, ya que la cadena de producción está integrada por componentes de los tres países.
“En el sector de autopartes es evidente que se dieron cuenta de que sería un gravísimo error afectar la cadena de integración”, señaló.
Según Guajardo, los aranceles se aplicarían a los componentes que no sean fabricados en Estados Unidos, lo que complica su implementación.
“Sería casi imposible establecer una metodología de separación, porque un sistema de frenos o de transmisión pasa tres o cuatro veces la frontera“, indicó.
También destacó que esta medida podría ser parte de una maniobra para presionar a China, ya que Trump podría utilizar este arancel como una forma de negociar con China, dado que ambos países están envueltos en una guerra comercial.
“Si se intensifica el conflicto con China, la presión sobre Canadá y México puede ser un factor de negociación“, advirtió.
El negociador del T-MEC advirtió que Trump podría aprovechar estos días para presionar cambios en el acuerdo.
“Lo que va a pretender hacer en esos seis días es cambiar el capítulo automotriz con condiciones que favorezcan anuncios de inversión en Estados Unidos”, mencionó.
Entre las posibles modificaciones, destacó un aumento de la regla de integración regional y requisitos más estrictos sobre salarios en la industria.
Asimismo, alertó sobre el riesgo de que el expresidente busque fragmentar el T-MEC en acuerdos bilaterales.
“No se puede descartar la posibilidad de que Trump proponga convertir un acuerdo trilateral en dos bilaterales”, advirtió.
Ildefonso Guajardo también recordó que el T-MEC incluye anexos específicos que protegen a las empresas en transición hacia la nueva regla automotriz.
“Tan así me lo imaginé que por eso existen dos anexos en el acuerdo, uno que protege a las empresas que están en transición de lograr la nueva regla del sector automotriz y las protegía si Donald Trump hubiera tomado la decisión en el 19 o en el 20 de un arancel generalizado contra autos del resto del mundo. Les mantenía en ese periodo de transición acceso al 2.5 de nación más favorecida de aranceles”, explicó.
También señaló que existe dentro del tratado de comercio un anexo que reserva el derecho de México de responder a un uso indebido de la famosa “232” en contra de sectores exportadores mexicanos.
Respecto a la reacción internacional, Guajardo comparó las posturas de México y Canadá, de las que resaltó que el gobierno canadiense ha respondido de manera frontal, el mexicano ha adoptado una estrategia distinta.
“El tono, el trato y la manera del nuevo primer ministro de Canadá es distinto. Él está diciendo desde ayer: ‘esto es un ataque directo’“, explicó.
Guajardo advirtió que el anuncio de imposición de aranceles, cada 30 días, forma parte de una estrategia recurrente de Trump, que podría interpretarse como una forma de extorsión.
“El peor escenario es seguir en este esquema literalmente de extorsión, en donde nos exprime fichas para la negociación de manera anticipada”, señaló.
Afirmó que esta práctica se ha vuelto un patrón en las negociaciones, con amenazas constantes que buscan presionar a los países involucrados, y que el presidente de Estados Unidos las utiliza como una herramienta para ganar ventaja en los acuerdos comerciales.