Ciudad de México.-El presidente Andrés Manuel López Obrador está “obsesionado” con su derrota electoral de 2006, pues cree haber sido víctima de fraude y por ello, se empeña en llevar adelante una reforma electoral que significaría un grave retroceso, señaló el diario The Washington Post.
En su editorial México debe detener la más reciente maniobra antidemocrática de AMLO, del lunes 28 de noviembre, a un día del masivo desfile de apoyo que organizó para sí mismo, el diario norteamericano exhortó a México a detener la “maniobra antidemocrática” que pretende el presidente por la vía de una reforma al sistema político electoral.
“Estados Unidos no es la única democracia norteamericana que está en riesgo porque un presidente cree haber sido víctima de fraude electoral”, abre diciendo.
Recuerda que “el populista de izquierda Andrés Manuel López Obrador (AMLO) perdió las elecciones presidenciales en 2006 por menos de un punto porcentual. Denunció un fraude, se negó a aceptar la derrota incluso después de que los tribunales rechazaran de manera unánime sus alegatos y movilizó a sus simpatizantes para bloquear una concurrida vía en la capital del país” y “siguió obsesionado con las elecciones de 2006. Ahora que es presidente —tras haber ganado unas elecciones indiscutibles en 2018—, López Obrador está empeñado en rehacer el sistema electoral al que todavía culpa de haberle hecho fraude hace más de 16 años”.
Critica que a pesar de que el INE legitimó su triunfo en 2018, acusa al organismo de ser parcial, elitista y de derrochar el dinero de los contribuyentes. AMLO quiere que los consejeros electorales se elijan mediante voto popular, pero, advierte, “la susceptibilidad a la politización de esa directiva es evidente”.
“Las propuestas del presidente amenazan la independencia del sistema y con ello, la transición de México del autoritarismo a la democracia multipartidista que tanto le costó ganar”, agrega.
El editorial precisa que las encuestas muestran que una mayoría de los mexicanos aprueba la labor del INE y que, de acuerdo con una investigación de la Unión Europea, “el sistema actual funciona y goza de la confianza del público”.
Afirma que los mexicanos que sospechan que AMLO está tratando de perpetuar el dominio de su partido incluso después del fin de su mandato tienen razón.
“El 13 de noviembre, decenas de miles de personas marcharon en la Ciudad de México y otras ciudades para protestar contra el plan del presidente. López Obrador los calificó de clasistas y racistas, y acto seguido movilizó a sus simpatizantes, muchos de ellos transportados en autobuses desde regiones periféricas, para una contramanifestación en la Ciudad de México ayer domingo”.
Finalmente, llama al gobierno de Joe Biden a no permanecer indiferente ante estos acontecimientos, ya que, dice, el principal interés de los Estados Unidos en México debe ser “el florecimiento de la democracia”.
“La Cumbre de Líderes de América del Norte del próximo mes con López Obrador y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, le brinda al presidente Biden una gran oportunidad de transmitir ese mensaje en persona y de manera inequívoca”.