Ciudad de México, 03 JUN.-Morena, el partido gobernante en México, parecía disponerse a dominar la Suprema Corte de Justicia el martes, para quedar a punto de controlar el tercer poder del gobierno, según los primeros resultados de las primeras elecciones judiciales celebradas en el país para cambiar los tribunales a todos los niveles.
En una conferencia de prensa, la presidenta de la autoridad electoral del país, Guadalupe Taddei, dijo que se había contado más del 90 por ciento de los votos para elegir los magistrados de la corte, y nombró a los nueve probables ganadores.
En una señal del aparente éxito de Morena, las cinco mujeres y los cuatro hombres que se proyectan como integrantes de la nueva Suprema Corte aparecían en listas distribuidas por operadores y simpatizantes de Morena para indicar a los votantes cuáles eran los candidatos que debían elegir.
Las elecciones nacionales del domingo transformaron el poder judicial de un sistema basado en nombramientos a otro en el que los votantes eligen a los jueces y magistrados, un experimento enormemente ambicioso y de gran alcance para una democracia grande. Los líderes de Morena que impulsaron la reforma sostienen que ayudará a erradicar a los funcionarios corruptos, a democratizar el poder judicial y a empezar a reparar un sistema de justicia que la mayoría de los mexicanos considera insensible y deficiente.
Sin embargo, figuras de la oposición y juristas criticaron el plan, afirmando que descartaba los requisitos de carrera del antiguo sistema y dejaba la puerta abierta a que los grupos criminales influyeran en los jueces.
Los críticos también argumentaron que la reforma podría darle a Morena el control del poder judicial, socavando el sistema de pesos y contrapesos.
Aunque las autoridades electorales anunciaron el martes los resultados preliminares de la Suprema Corte, la mayoría de los votos de las elecciones judiciales de México aún no se habían contabilizado. Más de 7700 candidatos compitieron el domingo para ocupar más de 2600 cargos a nivel federal y local, y solo acudió a las urnas alrededor del 13 por ciento de los votantes, según dijo el organismo electoral.
Al menos ocho de los magistrados previstos para la Suprema Corte se han asociado públicamente con Morena, son funcionarios o exfuncionarios de gobiernos de Morena o han trabajado estrechamente con integrantes de Morena.
El candidato a la Suprema Corte que obtuvo más votos fue Hugo Aguilar Ortiz, abogado de ascendencia indígena mixteca. Fue uno de los candidatos con antecedentes de trabajo con Morena, ya que ayudó a coordinar el proceso de consulta pública del gobierno para varios proyectos emblemáticos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, uno de los fundadores de Morena.
Otra de las principales candidatas, María Estela Ríos, se autodenominó “la abogada de AMLO” durante su campaña, en alusión a López Obrador, quien impulsó por primera vez la idea de que los magistrados fueran elegidos por votación popular. Otros tres magistrados eran jueces en funciones nombrados por López Obrador; una de ellas hizo su campaña diciendo que era una orgullosa fundadora de Morena.
Los críticos dijeron que los resultados parecían indicio de que la posible erosión de la independencia judicial, uno de sus principales temores en torno a los comicios, podría estar en marcha.
“Lo que significa es la captura de la Suprema Corte por un solo partido político”, dijo Azul Aguiar Aguilar, investigadora sobre democracia y política judicial del ITESO, la Universidad Jesuita de Guadalajara. “Vamos a ver una alineación de los intereses de esta corte con ese partido político”.
La iniciativa de votación fue impulsada por López Obrador como uno de los últimos actos importantes de su mandato. Su sucesora, la presidenta Claudia Sheinbaum, ha seguido adelante con la promulgación del plan desde que asumió el cargo el año pasado, impulsada por el dominio de Morena en el Congreso.
El martes, Sheinbaum rechazó las afirmaciones de que los nuevos ministros de la Suprema Corte podrían ser más vulnerables a la influencia política.
“Su tarea es impartir justicia, independientemente de cuál sea su orientación política”, dijo a la prensa, prometiendo que respetaría la autonomía de la Corte Suprema. “Su tarea no es actuar políticamente”.
Sheinbaum también desestimó las inquietudes en torno a la distribución de los llamados acordeones, tarjetas de ayudas memoria con los nombres de candidatos, por parte de su partido antes de la jornada electoral. En vísperas de la votación, las autoridades electorales habían advertido que cualquier esfuerzo por forzar o influir en los votantes se consideraría injerencia ilegal, y desde entonces han dicho que al menos dos partidos políticos, entre ellos Morena, ya están siendo investigados por ese motivo.
En los días posteriores a las elecciones, los grupos de observadores se mostraron divididos sobre cómo se había desarrollado la votación.
“La misión no ha encontrado en su recorrido el uso de los acordeones, no hemos podido constatar una distribución intencionada, masiva, sobre este recurso”, dijo Katia Uriona, jefa de una misión internacional de expertos electorales que monitoreó las elecciones, en una conferencia de prensa celebrada el lunes.
Pero otros grupos de voluntarios dijeron haber observado a votantes que sostenían hojas impresas en las que se les indicaba qué candidatos elegir. También dijeron que habían visto a varias personas entrando a la vez en las cabinas de votación y a votantes haciendo fotos de sus boletas completas, lo que calificaron como una posible actividad ilegal.
Tras depositar su voto el domingo, Félix Díaz Mendoza, trabajadora doméstica de 65 años de Tultitlán, ciudad del estado de México, dijo que miembros de Morena habían visitado su casa la semana pasada para compartir con ella cuáles eran los candidatos preferidos del partido.
Dijo que había aceptado ayudar y que estaba contenta de apoyar al partido, y añadió que el gobierno actual la había ayudado económicamente mientras las gestiones anteriores no lo habían hecho.
“Creemos en ellos, confiamos en ellos”, dijo. “Y estoy confiando en Morena y en la presidenta”.
Morena goza de gran popularidad en todo México, tras haber ganado dos elecciones presidenciales consecutivas y supermayorías en el Congreso. Incluso algunos mexicanos que simpatizan con Morena pero que se sienten incómodos con la iniciativa decidieron votar el domingo siguiendo las directrices de su partido.
“Si bien veo que hay varias fallas importantes en el movimiento y en el partido”, dijo Héctor Flores, de 37 años, quien trabaja en tecnología y vive en la Ciudad de México. “Al mismo tiempo, éticamente y políticamente considero que es la mejor alternativa política”.
Flores dijo que le preocupaba que un partido se consolidara en el poder, pero no tan intensamente como a otros críticos de la reforma. Añadió que había votado por candidatos respaldados por Morena tras recibir orientación de su madre, activista voluntaria de Morena.