Tuxtla Gutiérrez.— Un reciente reporte sobre hábitos de lectura en Chiapas reveló que la población leyó en promedio apenas uno o dos libros durante el último año, una cifra muy por debajo del promedio nacional y que coloca al estado entre las entidades con menor índice lector del país.
Autoridades del sector cultural señalaron que, aunque municipios como Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas y Comitán muestran un consumo ligeramente mayor, el acceso a libros impresos sigue siendo limitado. En gran parte del territorio chiapaneco, especialmente en comunidades rurales, las librerías son escasas y la oferta de títulos resulta insuficiente.
Ruth García, representante de una librería local, explicó que existe un pequeño sector que mantiene un ritmo constante de lectura, llegando a uno o dos libros por mes, pero subrayó que se trata de un grupo reducido. “La mayoría mantiene la lectura al margen de su día a día”, lamentó.
Especialistas advierten que este bajo nivel de lectura impacta directamente en el desarrollo cultural y educativo, pues limita la formación crítica, la comprensión lectora y reduce oportunidades sociales en un estado que ya enfrenta altos índices de rezago educativo.
Frente a este panorama, promotores culturales y docentes coincidieron en la urgencia de fortalecer políticas públicas de fomento a la lectura. Entre las propuestas destacan ampliar la red de bibliotecas públicas, impulsar campañas de donación de libros, crear clubes de lectura comunitarios y consolidar programas escolares que incentiven el gusto por leer desde edades tempranas.
El diagnóstico, señalan, es contundente: si Chiapas no impulsa acciones sostenidas para recuperar el hábito lector, la brecha cultural y educativa con otras entidades continuará ampliándose.
