Javier Domínguez
17 de agosto de 2025, Tuxtla Gutiérrez.– La muerte de Adri Lucero, una niña que perdió la vida en el Hospital IMSS Bienestar de Benemérito de las Américas, ha desatado indignación entre sus familiares y la comunidad, quienes acusan negligencia médica y exigen una investigación urgente.
De acuerdo con el testimonio de Ofelia Pérez, madre de la menor, el ingreso ocurrió el pasado jueves alrededor de las 10 de la mañana, tras presentar diarrea, vómito y fiebre. Sin embargo, en lugar de recibir un diagnóstico claro, a la paciente se le aplicaron múltiples inyecciones sin informar a la familia qué medicamentos se le administraban.
El cuadro se complicó cuando le fue suministrado un fármaco de 250 mg/100 ml por vía oral, tras lo cual comenzó a presentar escalofríos, movimientos involuntarios en manos y pies, y finalmente convulsiones.
Aunque el personal médico aseguró que estos síntomas eran “normales”, la situación se agravó: la niña empezó a expulsar espuma por la boca y fue trasladada de emergencia a quirófano, donde perdió la vida.
Los familiares denunciaron que en ningún momento recibieron explicaciones claras sobre el estado de salud de Adri Lucero. Además, acusaron que fueron desalojados por la fuerza cuando intentaban documentar lo ocurrido y que, para recuperar el cuerpo, se les exigió llevar su propio ataúd.
“Nos trataron como si no tuviéramos derecho a saber qué pasó con nuestra hija”, declaró la madre.
La familia señaló directamente a la doctora Marta González Pérez, médica en turno, como responsable de la atención y exigió la intervención de las autoridades sanitarias y judiciales.
Aunque el hospital habría atribuido el deceso a un cuadro de meningitis y sepsis, los familiares rechazaron esta versión al señalar que no se les presentó ningún estudio que lo confirmara.
“No es el primer caso en este hospital, pero la gente no denuncia por miedo”, advirtieron.
La comunidad se ha sumado a las voces que piden una investigación exhaustiva, al considerar que se trata de un hecho grave que no debe quedar impune.
