Cd. de México (15 noviembre 2022).- Red Bull arregló el problema de sus pilotos en el interior del hospitality… o al menos eso fue lo que pensaron.
El problema no inició en el Gran Premio de Brasil, sino varios meses atrás, cuando Max Verstappen y Sergio Pérez estaban parejos en rendimiento y puntos.
Checo insinuó que el neerlandés le debía sus dos títulos, y la prensa de los Países Bajos acusó al mexicano de chocar deliberadamente en la clasificación en Mónaco.
La situación tomó un giro inesperado cuando se rebasó la línea del plano deportivo al personal.
Sophie Kumpen, mamá Verstappen, fue la encargada de empeorar la relación de los conductores del equipo de las bebidas energéticas.
En Instagram circularon varias versiones de lo que pasó en el circuito callejero del Principado y cómo fue encubierto por Christian Horner y Helmut Marko, los mandamás de la escudería y Kumpen aprovechó para lanzar un dardo a Pérez.
«Y luego en la noche engañó a su esposa», fue el comentario de Sophie, el cual borró unas horas después.
Después de esa victoria del piloto de Guadalajara, circularon dos videos: uno donde se ve a Checo bailando con una modelo y en el otro se observan los estragos de una celebración que duró toda la noche en un yate.