México no tiene planes de eliminar gradualmente ni el gas fósil ni el carbón, ha estado reduciendo el apoyo a las nuevas energías renovables y está muy lejos de descarbonizar su suministro de electricidad, advierte un reporte de Climate Action Tracker (CAT) presentado este martes.
De hecho, coloca a México en el último lugar, junto con Japón, en una evaluación a 15 países y la Unión Europea sobre el progreso en la adopción de medidas compatibles con el cumplimiento de la meta de limitar el calentamiento global a un máximo de 1.5 grados Celsius en materia de usos de carbón, gas fósil y energías renovables en la generación de electricidad.
La evaluación ubica los mejores desempeños en Reino Unido, Chile, Alemania y Sudáfrica
«Brasil podría girar hacia la pista correcta si deroga la legislación de la era Bolsonaro», apunta.
El informe «Desconectando los fósiles» indica que en el caso del empleo del carbón y el gas fósil, México va en la dirección incorrecta, mientras que en las energías renovables se encuentra rezagado.
Destaca que el carbón proporciona menos del 10 por ciento de la electricidad de México y que el país no tiene planes de agregar más capacidad para ese combustible en los próximos años.
Sin embargo, advierte, no tiene un plan claro para eliminar gradualmente la infraestructura existente.
«Para ser compatible con la meta de 1.5°C, México necesitaría eliminar gradualmente el carbón en su sector eléctrico, al menos, para 2030», apunta.
En tanto, señala, el gas fósil es la fuente dominante de generación de electricidad en México, y es responsable de más de la mitad de su energía.
«México no tiene planes de eliminar gradualmente el gas fósil ni comprometerse con un sector energético descarbonizado», asegura.
«Planea agregar 6 GW más de capacidad de gas fósil para 2026, frente a los 45 GW actuales, y anticipa que la generación partir de gas fósil continuará durante la década de 2030».
México, añade, necesita reducir su generación de gas fósil a más de la mitad para 2030, con un total de eliminación gradual a más tardar en 2040 para que sea compatible con 1,5°C.
CAT remarca que el País también necesita generar al menos dos tercios de su energía a partir de fuentes renovables para 2030 para ser compatible con la meta de 1.5°C, frente a aproximadamente una quinta parte en la actualidad.
«En los últimos años, México ha dado marcha atrás en políticas que apoyaban e incentivaban el desarrollo de nueva capacidad de energía renovable por parte del sector privado y, en cambio, ha priorizado la modernización de las centrales hidroeléctricas nacionales existentes», cuestiona.