Ciudad de México, 18 NOV.-Jesús Carrillo, director de economía del IMCO, afirmó en Aristegui En Vivo que los recortes al Paquete Económico del 2025 son el costo de las irresponsabilidades fiscales de los años previos, cuando gobernaba el expresidente Andrés Manuel López Obrador
“Es un paquete económico en general que difícilmente deje contento a alguien, es el costo que hay que pagar por ciertas irresponsabilidades fiscales que se cometieron en los últimos años”, aseguró.
Por otro lado, destacó que pese a los recortes, el paquete tiene los signos correctos, pues se está proponiendo una disminución del déficit, aunque se tiene que analizar si será alcanzable o no.
“Algunos recortes muy importantes que se darán en materia de salud, en materia de inversión, en materia medioambiental, etcétera, creo que serán muy discutidos en las próximas semanas”, sostuvo.
Explicó que, por un lado, se tiene que reducir en términos reales un 3.6 por ciento todo el gasto, pero el costo financiero de la deuda va a pasar de 1.4 billones de pesos, por lo que se incrementará en un 8.5 por ciento.
En tanto, el gasto programable, que es lo que se necesita para proveer de bienes y servicios a la población por parte del gobierno, se redujo hasta un 7.3 por ciento.
“Entonces gastamos más en pagar los intereses de la deuda y gastaremos menos en educación, en salud, etcétera”, añadió.
Austeridad llevará al estancamiento
Por otro lado, Arturo Huerta, profesor de posgrado de la Facultad de Economía de la UNAM, afirmó que con anterioridad él ya había alertado que la austeridad fiscal iba a llevar al estancamiento económico, lo cual sí ocurrió.
Agregó que, a pesar de dicho resultado, el gobierno de Sheinbaum ha decidido sigue con la misma política económica:
Explicó que el déficit fiscal con el cual cierra el gobierno de 5.9 por ciento en el 2024, no es porque no se haya gastado mucho, sino por la alta tasa de interés que ha mantenido y ha incrementado el costo del servicio de la deuda.
“El endeudamiento para el 2025 no es para incrementar gastos, no es para incrementar inversión, es para pagar la deuda, el costo financiero es 3.8 por ciento del PIB y el déficit va a ser 3.9 por ciento del PIB”, alertó.
También dijo que el gobierno gasta menos de lo que recauda, excluyendo el pago de servicio de la deuda, y va a trabajar con un superávit primario de 0.6%, es decir, hay una fuerte restricción del gasto y de la inversión, por lo tanto, eso te va a restringir la actividad económica.
“Esto de que vamos a crecer entre el 2 y 3 por ciento para 2025 no es cierto en absoluto, vamos a un contexto de contracción económica, porque el gobierno dice ‘es que la inversión, el empleo, la masa salarial, el nearshoring van a estabilizar la economía’, en lo absoluto”.
Huerta también sostuvo que se ha venido gobernando económicamente para el sector financiero, el cual gana lo que quiere, y no se gobierna para el país. Además, dijo que el gobierno recauda lo que gasta, pero si gastara más en favor de la actividad productiva, recaudaría más.
“La cuestión es que se ha venido gobernando para el sector financiero, que gana lo que quiere, y no se gobierna para el país, entonces, vuelvo a insistir, el gobierno recauda lo que gasta, si gasta más en favor de la actividad productiva va a recaudar más y así que se disminuya el déficit, que se disminuya el monto de la deuda, si siguen contrayendo el gasto, no van a lograr disminuir el déficit, no se va a lograr disminuir el monto de la deuda”, argumentó.
Además, sostuvo que el déficit fiscal es financiero, derivado de la alta tasa de interés, por lo que mucha gente habla de una reforma tributaria para aumentar impuestos, pero consideró que no se pueden aumentar impuestos en un contexto donde la economía no está creciendo.
Gasto público de la mala calidad
Por su parte, Jesús Carrillo argumentó que la idea de la austeridad fiscal no es correcta, pues no la ha habido. Por el contrario, consideró que existe un incremento del gasto público, “pero de mala calidad”.
“El problema es que no se ha reducido el gasto, en realidad, el gasto se ha incrementado muchísimo en los últimos años, si vemos el crecimiento entre 2019 y 2024 pasó de menos de 6 billones a 9 billones de pesos, entonces el gasto público ahí ha estado, el problema es la calidad del gasto”.
Además, dijo que no hay manera en este momento de incrementar los impuestos, porque le pegaríamos todavía más a la actividad productiva y al consumo de los hogares, por otro lado, argumentó, reducir las tasas de interés en este momento, por parte de Banxico de manera drástica, tampoco es muy factible, pues la moneda se depreciaría y porque estamos en un contexto donde la inflación todavía no está controlada.
