Puerto Madero: el abandono que duele
Puerto Madero, orgullo costeño de Tapachula, vive hoy entre el olvido y la amenaza constante del mar. Lo que alguna vez fue un malecón vibrante, punto de encuentro familiar y atractivo turístico, hoy se cae a pedazos ante la indiferencia de las autoridades municipales.
La frase de los pobladores es contundente: “El abandono está al mil”. Y no es para menos. Las promesas de rehabilitación integral se quedaron en discursos, mientras el enrocamiento que se presume como “gran obra de protección” solo cuida al canal de Puerto Chiapas, el mismo por donde ingresan cruceros y embarcaciones de carga. ¿Y la comunidad? Quedó relegada.
El mar se ha tragado gran parte del malecón y amenaza con llegar a la carretera principal. El “mar de fondo” ha derribado el muro de rocas y el oleaje golpea con más fuerza que nunca. Cada día que pasa, Puerto Madero pierde no solo infraestructura, sino también oportunidades de desarrollo, turismo y empleo.
El Ayuntamiento de Tapachula, encabezado por Yamil Melgar, tiene una deuda moral y política con esta comunidad. No se trata de parches ni paliativos; Puerto Madero requiere un proyecto integral, con estudios técnicos serios y visión de largo plazo.
El abandono no puede ser la condena de una comunidad que por años ha dado identidad y sustento a la región. Si Puerto Chiapas merece protección para sus muelles y embarcaciones, Puerto Madero merece lo mismo para su gente y su futuro.
Porque lo que está en juego no es solo un malecón que se derrumba: es la dignidad de un pueblo que se niega a morir en el olvido.