Editorial: Chiapas en busca de un futuro más digno
Los últimos informes sobre el progreso social en México colocan a Chiapas en una posición preocupante: entre los estados con los peores índices del país. Este dato no solo es un llamado de atención, sino un grito urgente por un cambio estructural que permita a nuestra entidad superar las barreras históricas de pobreza, desigualdad y rezago. Mientras Chiapas permanezca en el fondo de estos indicadores, cualquier intento de desarrollo económico o social será un desafío monumental.
No obstante, en medio de este panorama desalentador, surgen acciones y estrategias que buscan dar pasos hacia un futuro más digno. Por un lado, el gobernador Eduardo Ramírez ha tomado la iniciativa de enfrentar una problemática que amenaza a nuestro entorno y al bienestar colectivo: los incendios forestales. La propuesta de una estrategia integral para combatirlos no solo debe ser respaldada, sino también implementada con rigor y transparencia. La conservación de nuestros recursos naturales es esencial para cualquier modelo de progreso en el estado.
Por otro lado, el anuncio del canje de placas en Chiapas, programado para febrero de 2025, se presenta como una oportunidad para modernizar el registro vehicular, aumentar la recaudación estatal y combatir la informalidad. Sin embargo, el éxito de esta medida dependerá de la claridad en los requisitos, la eficiencia en su implementación y la disposición de las autoridades para atender las inquietudes de la ciudadanía.
La realidad de Chiapas exige acciones inmediatas y efectivas en múltiples frentes. Sin inversión en educación, infraestructura, salud y seguridad, nuestras metas como estado seguirán siendo inalcanzables. Pero también es crucial que como sociedad mantengamos una vigilancia activa para exigir a nuestras autoridades rendición de cuentas y resultados concretos.
El progreso no llegará solo; será el fruto de la colaboración entre gobierno y sociedad. Es momento de actuar.