Tuxtla Gutiérrez requiere resultados, no escenografía
El más reciente ranking de aprobación ciudadana de GOBERNARTE, que posiciona a Tuxtla Gutiérrez en el lamentable lugar 22 de 31 capitales del país, con un bajo 41 % de respaldo popular, lanza una alarma roja sobre el rumbo que toma nuestra capital .
La percepción ciudadana es clara: detrás del despliegue mediático y el maquillaje urbano, los servicios esenciales —calles en mal estado, alumbrado deficiente, recolección irregular de residuos— siguen fallando, revelando una gestión que promueve la apariencia más que la efectividad .
En los espacios públicos, los programas como “Calles Felices”, las jornadas “Lunes del Pueblo”, el impulso a la cultura local o los eventos “Tuxtla Adopta” muestran un Ayuntamiento que busca conectar con la gente. Sin embargo, la distancia entre la puesta en escena y los beneficios tangibles es cada vez más evidente .
Lo más preocupante es que esas acciones no se reflejan en la calidad de vida cotidiana de los tuxtlecos. La ciudadanía exige transparencia, rendición de cuentas y, sobre todo, un gobierno que atienda los problemas reales frente a la cámara, sin oropel ni ficciones.
Este 1 de septiembre de 2025, el diagnóstico es contundente: la percepción pública no se gana con filtros ni discursos, sino con resultados que se sientan en cada calle, en cada farola, en cada recolección oportuna. El reto es claro: reconecer las deficiencias, corregir errores y colocar en el centro las necesidades reales de las familias tuxtlecas.