Seguridad y Confianza, el Reto Pendiente en Chiapas
La seguridad y el bienestar ciudadano son temas que no pueden ser postergados en Chiapas. Sin embargo, las recientes noticias sobre la inseguridad en las principales ciudades del estado y las decisiones gubernamentales han generado más preguntas que respuestas sobre el rumbo que se está tomando para garantizar una mejor calidad de vida para los chiapanecos.
En un reciente informe sobre percepción ciudadana, Tuxtla Gutiérrez y Tapachula se posicionaron como las ciudades más inseguras del estado. Este dato no solo preocupa, sino que también expone las fallas estructurales en las estrategias de seguridad. La falta de confianza en las autoridades, el incremento de delitos y el miedo constante que viven los habitantes son síntomas de una problemática que necesita atención urgente y soluciones efectivas.
Ante esta situación, Eduardo Ramírez, quien ha asumido un papel clave en la toma de decisiones, declaró que sus acciones no buscan popularidad, sino fortalecer la seguridad. Las palabras deben respaldarse con resultados tangibles y afortunadamente entre todo este marasmo de inseguridad hoy ya se empiezan a ver resultados concretos en cuanto a la aplicación del estado de derecho para combatir al crimen y a la delincuencia en Chiaoas, porque la ilegalidad no se combate con discursos; se requieren estrategias claras, coordinación entre niveles de gobierno y una inversión real en recursos y capacitación para las fuerzas del orden.
Por si fuera poco, en Tuxtla Gutiérrez se ha reportado un error en las boletas del impuesto predial que podría vulnerar los derechos de los ciudadanos. Este tipo de fallas administrativas no solo afectan la confianza en las instituciones locales, sino que también agravan la percepción de desinterés hacia las necesidades de la población. La transparencia y la eficiencia administrativa son fundamentales para recuperar la credibilidad de los gobiernos municipales.
Chiapas enfrenta un momento decisivo. La inseguridad y los problemas administrativos son un recordatorio de que la gestión gubernamental debe enfocarse en resultados que beneficien directamente a la población. Las autoridades tienen el reto de trabajar de manera conjunta, no solo para garantizar la seguridad, sino también para fortalecer las instituciones y reconstruir la confianza ciudadana.
Es hora de actuar con firmeza, responsabilidad y transparencia. Los chiapanecos merecen vivir en ciudades seguras, con autoridades que respondan a sus demandas y con un gobierno que sea capaz de reconocer errores, corregirlos y avanzar hacia un futuro más justo y prometedor para todos.
