Incendios: entre la tragedia y la responsabilidad
En Chiapas, el fuego no solo consume árboles y pastizales; también arrasa con sueños, hogares y vidas enteras. Esta semana, una humilde familia perdió su casa a causa de un incendio. Lo perdieron todo. Lo único que no se llevó el fuego fue su esperanza y la solidaridad de quienes ahora alzan la voz para pedir apoyo.
Mientras tanto, las autoridades estatales refuerzan su estrategia interinstitucional para enfrentar los incendios forestales. El gobernador Eduardo Ramírez ha dejado claro que este fenómeno no se puede seguir abordando con acciones aisladas. Por eso, se ha establecido una coordinación entre diversas dependencias para actuar con mayor eficacia, tanto en la prevención como en la respuesta inmediata.
Pero no todo se resuelve con operativos. Parte del problema nace de la irresponsabilidad humana. Quienes provocan quemas sin control —por descuido, negligencia o desdén hacia las normas— son corresponsables de muchas de estas tragedias. El anuncio de que se «meterá en cintura a los irresponsables que provocan incendios» es una medida necesaria, pero que deberá traducirse en acciones firmes y consecuencias claras. Porque no podemos permitir que la inconsciencia de unos ponga en riesgo la vida y el patrimonio de otros.
Hoy, más que nunca, Chiapas necesita un pacto ciudadano por la vida y el territorio. No basta con que el gobierno actúe. También debemos hacerlo como sociedad: cuidando nuestros entornos, denunciando a quienes provocan quemas y apoyando a quienes, como la familia que lo perdió todo, necesitan ayuda para levantarse de entre las cenizas.