Que no sea letra muerta
Este miércoles, el Congreso de Chiapas tiene la oportunidad de saldar una deuda histórica con los animales del estado. Por años, Chiapas ha sido la única entidad del país donde el maltrato animal no es considerado delito. Eso podría cambiar hoy con la posible aprobación de una reforma al Código Penal, pero como bien han señalado activistas y defensores de los derechos de los animales, aprobar la ley no es suficiente.
Organizaciones como la Defensoría Animal MOC advierten que sin campañas de concientización, protocolos de atención, fiscalías especializadas y recursos suficientes para su aplicación, la nueva legislación corre el riesgo de convertirse en letra muerta, como tantas otras normas que se aprueban para la foto pero que nunca se ejercen en la práctica.
El hermetismo con que se ha manejado esta iniciativa también es motivo de preocupación. La ciudadanía tiene derecho a conocer qué sanciones se proponen y cómo se garantizará su cumplimiento. Aun así, las organizaciones han dejado claro que respaldarán cualquier avance, por mínimo que sea, siempre que existan mecanismos reales para que la ley se respete.
Es momento de que Chiapas deje de tolerar actos de crueldad como envenenamientos, mutilaciones o abandonos sin consecuencia alguna. El compromiso de los legisladores debe extenderse más allá del voto en tribuna. Deben garantizar que haya personal capacitado, refugios adecuados y programas educativos que formen una nueva cultura de respeto hacia los animales.
La sociedad chiapaneca también tiene un papel fundamental. No basta con aplaudir la aprobación de una reforma si no se exige su correcta aplicación. Porque una ley sin voluntad, sin recursos y sin vigilancia social no cambia nada.
Que esta legislación no sea solo un acto simbólico. Que marque, de verdad, un antes y un después para los animales en Chiapas.