Desabasto en la Costa: una crisis que exige coordinación
El desabasto de gasolina que golpea a municipios de la Costa, el Soconusco y la Sierra no es un incidente aislado, sino el reflejo de problemas estructurales que, de no atenderse con prontitud, seguirán afectando la vida diaria de miles de chiapanecos y la economía regional.
Las causas son claras y preocupantes: adeudos con proveedores que han paralizado el transporte de combustible desde la Terminal de Almacenamiento y Despacho de Pemex en Puerto Chiapas, sumados a bloqueos sociales legítimos, como el de jubilados y pensionados que demandan atención médica y pagos pendientes. La falta de liquidez en la cadena de suministro y la ausencia de mecanismos eficaces para resolver conflictos sociales se han convertido en un cóctel que inmoviliza no solo pipas, sino también la productividad y el abasto de bienes básicos.
La solución no puede reducirse a liberar unas cuantas unidades para mitigar la escasez momentánea. Se requiere una estrategia de coordinación entre Pemex, autoridades estatales y municipales, así como mesas de diálogo que atiendan las demandas sociales sin interrumpir servicios esenciales. Además, urge establecer un plan preventivo que garantice el suministro continuo, con rutas alternas y reservas estratégicas para la región.
En una zona fronteriza con alto dinamismo comercial y turístico, dejar sin combustible a comunidades enteras es una invitación al estancamiento. Chiapas necesita que se garantice el abasto, no solo por la movilidad, sino porque detrás de cada litro de gasolina está la capacidad de trabajar, comerciar y sostener la economía local.