RAYOS Editoriales · 1.10.25

Tuxtla se asfixia: urge actuar contra la contaminación del aire

La capital chiapaneca enfrenta un desafío que ya no admite postergaciones: la contaminación del aire. Los reportes oficiales han llegado a registrar niveles “extremadamente malos” en la calidad del aire, principalmente como consecuencia del intenso parque vehicular que circula en la ciudad. Este dato, lejos de ser una simple estadística, es un llamado de alerta sobre un problema que amenaza la salud pública y la calidad de vida de quienes habitamos Tuxtla Gutiérrez.

La advertencia es clara. Colectivos ciudadanos, como Menos Puentes, Más Ciudades, han señalado que el exceso de automóviles, sumado a la falta de políticas de movilidad sostenibles, coloca a la ciudad en una situación crítica. En Chiapas, el número de vehículos por persona se encuentra entre los más altos del país, lo que agrava aún más el panorama.

El aire contaminado no distingue edad ni condición: afecta a niños, adultos, personas mayores y enfermos crónicos. Su impacto se traduce en más casos de asma, alergias y enfermedades respiratorias. Ante ello, el gobierno y la sociedad deben actuar con urgencia y corresponsabilidad.

No basta con publicar reportes diarios sobre la calidad del aire; es indispensable que la Secretaría de Movilidad y Transporte refuerce la verificación vehicular y que se cumpla la norma que establece una vida útil máxima de siete años para las unidades de transporte público. Al mismo tiempo, resulta impostergable promover un sistema de movilidad más eficiente, moderno y amigable con el medio ambiente.

Tuxtla necesita apostar por un modelo de ciudad donde la sustentabilidad sea eje de toda política pública: transporte público digno, más espacios para peatones y ciclistas, y medidas firmes contra las fuentes de contaminación.

Si no se atiende este problema de inmediato, la capital chiapaneca podría enfrentar en breve una contingencia ambiental con consecuencias sociales, económicas y sanitarias muy graves.

El aire que respiramos es un bien común y un derecho humano. Cuidarlo no es opcional: es un deber colectivo y una tarea impostergable.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RAYOS Editoriales · 30.9.25

Chiapas: el éxodo que nadie quiso ver Chiapas carga con una tragedia que las autoridades han preferido ignorar. Entre 2016 y 2024, casi 50 mil

RAYOS Editoriales • 29.9.25

Puerto Madero: el abandono que duele Puerto Madero, orgullo costeño de Tapachula, vive hoy entre el olvido y la amenaza constante del mar. Lo que

RAYOS Editoriales 26.9.25

El desafío del embarazo adolescente en Chiapas Chiapas vuelve a colocarse en el centro de una problemática social y de salud pública que no podemos