Regreso a clases y empeños que se disparan en Tuxtla
Cada inicio de ciclo escolar, las casas de empeño en Tuxtla Gutiérrez registran un fenómeno que, aunque esperado, resulta alarmante: el aumento de préstamos sobre prenda hasta en un 32% durante agosto y septiembre. Lo que debería ser un mes de planeación y organización para las familias se convierte en un escenario de urgencias económicas.
Omar Pérez Toledo, de Fundación Dondé, lo resume con claridad: la falta de cultura del ahorro en México obliga a muchas familias a recurrir a sus bienes personales —alhajas, electrónicos, herramientas e incluso vehículos— para poder cubrir inscripciones, uniformes y útiles escolares. Este patrón se repite año con año, evidenciando que el problema no es puntual, sino estructural.
A esto se suma un riesgo adicional: el cierre repentino de varias casas de empeño en la ciudad. Entregar tu patrimonio a un establecimiento que puede desaparecer de la noche a la mañana deja a la ciudadanía vulnerable y desprotegida. Por eso, es imprescindible que solo se acuda a instituciones registradas y avaladas, garantizando que los bienes empeñados puedan ser recuperados sin sorpresas desagradables.
En definitiva, este aumento de la actividad en las casas de empeño no debería verse solo como un dato económico: es un recordatorio de la necesidad de educación financiera, cultura del ahorro y regulación efectiva. Mientras no se aborden estas cuestiones, cada regreso a clases seguirá dejando tras de sí familias obligadas a hipotecar parte de su patrimonio para poder cumplir con lo básico.