Chiapanecos alzan la voz: un llamado urgente al gobierno
El estado de Chiapas, rico en historia y cultura, atraviesa momentos cruciales que reflejan tanto desafíos urgentes como avances significativos. Tres eventos destacados han capturado la atención de la sociedad: un clamor por la paz en Pantelhó, el cambio en rectoría de la UNACH y la inauguración de infraestructura clave para el desarrollo estatal.
En Pantelhó, las voces de los ciudadanos gritan con fuerza: “Ya no queremos más miedo”. En su visita al estado, la precandidata presidencial Claudia Sheinbaum fue recibida por habitantes que demandan justicia y seguridad en una región marcada por la violencia. Su mensaje no puede ser ignorado: Pantelhó necesita un cambio profundo que devuelva la paz a sus comunidades. Es imperativo que los gobiernos federal y estatal refuercen estrategias que prioricen la protección de las familias y aborden las causas estructurales del conflicto.
Mientras tanto, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) escribe una nueva página con el nombramiento de Oswaldo Chacón Rojas como su nuevo rector. Este liderazgo llega en un momento crucial para fortalecer la educación superior en el estado, un pilar clave para el desarrollo social y económico y además compromiso del próximo gobernador quien mañana domingo toma posesión. La comunidad universitaria deposita en Chacón Rojas la confianza de avanzar en la excelencia académica y la inclusión educativa, y estamos ciertos que cumplirá con creces esa encomienda. Enhorabuena.
Por otro lado, el progreso también se vislumbra en la inauguración de la ampliación y modernización de la autopista Tuxtla Gutiérrez-San Cristóbal de las Casas, encabezada por Sheinbaum y el gobernador Rutilio Escandón. Esta obra representa un paso adelante en la conectividad y el turismo, dos áreas fundamentales para el crecimiento de Chiapas. Sin embargo, este desarrollo debe ir acompañado de una estrategia integral que garantice beneficios reales para las comunidades más vulnerables.
Estos tres eventos, tan distintos entre sí, comparten un denominador común: la necesidad de un compromiso real y efectivo por parte de las autoridades para responder a las demandas y aspiraciones del pueblo chiapaneco. Chiapas merece un futuro en el que la seguridad, la educación y la infraestructura trabajen juntas por el bienestar de todos.
El desafío está sobre la mesa, y el tiempo para actuar es ahora.