Por Carlitos Livingston
Ciudad de México.- México vivirá este 1 de junio una jornada electoral inédita en el mundo: por primera vez, los ciudadanos votarán para elegir a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, magistrados de circuito y jueces de distrito y locales. Un proceso impulsado por la llamada Cuarta Transformación que promete cambiar de raíz la relación entre ciudadanía y Poder Judicial.
La votación, abierta a más de 100 millones de electores, se da tras la aprobación de una profunda reforma constitucional promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y consolidada bajo la administración de Claudia Sheinbaum.
De acuerdo con expertos, este proceso marca un parteaguas para el país. Defensores de la reforma aseguran que democratiza la justicia, permite al pueblo vigilar a jueces y destituirlos si incumplen su labor. Sin embargo, críticos advierten riesgos graves: debilitamiento de contrapesos, cooptación por poderes fácticos y pérdida de profesionalización en la judicatura.
Viri Ríos, analista política, señala que esta elección convierte al Poder Judicial en un asunto directo de responsabilidad política para el gobierno de Sheinbaum y su coalición. “A partir de ahora, la ciudadanía podrá atribuir los fallos o aciertos judiciales al bloque gobernante que diseñó esta fórmula”, afirmó.
Este domingo, además de renovar la Suprema Corte, se elegirán magistrados electorales, jueces federales y locales en 19 estados, e incluso se creará un Tribunal de Disciplina Judicial, encargado de vigilar a los propios juzgadores.
El proceso ha sido cuestionado por la dificultad para conocer los perfiles de cientos de candidatos y los riesgos de infiltración criminal. Organizaciones como Defensorxs identificaron al menos 19 aspirantes con posibles vínculos con el narcotráfico o acusaciones de corrupción.
A pesar de su importancia, se prevé una participación baja, entre el 8 y 15% del padrón, de acuerdo con estimaciones del INE.
Para analistas como Héctor Alejandro Quintanar, la elección rebasa a la 4T: “Estamos entrando en una etapa de México más politizada, donde el voto ciudadano toma otra dimensión, incluso sobre la justicia”, señaló.
Así, México enfrenta una jornada que podría redefinir el papel del Poder Judicial, sus contrapesos y la democracia misma.
