Durante el encuentro cultural “Rosca Literaria” organizada por Caleidoscopio Galería Taller y Café Urbano, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Francisco Félix Durán presentó su poemario El coronel Tek, libro en donde a través de versos se manifiestan las diversas emociones y fases del duelo tras perder un ser querido.
El libro está dividido en cinco partes de acuerdo con las fases del duelo: Negación, ira, negociación, depresión y aceptación; con poemas ilustrados al igual que la portada por la pintora chiapaneca Luz Martínez.
En ese contexto, el autor menciona que comenzó a escribir este libro tras el fallecimiento de su padre en el año 2016, consiguiendo pulir gran parte de la obra durante el taller de poesía de Óscar Oliva, contando con el apoyo del poeta Julio Solís para su edición y el respaldo para su impresión del consejero de Grupo de Raíz, Omar Moreno Alfaro.
“El duelo es un proceso psicológico al que nos enfrentamos tras la perdida de un ser querido y aunque todos lo vivimos de diversas maneras de acuerdo con nuestras costumbres o creencias religiosas, las emociones que manifestamos y la nostalgia con cada evocación son las mismas”, manifestó Félix Durán.
Por otra parte, la pintora Luz Martínez aseguró ser hermana en circunstancias con el autor, derivado de la pérdida de su madre, afirmando que leerlo hizo que resurgiera en ella la necesidad de representar en macha y línea el dolor, “el dolor va y viene, pero la memoria está ahí y nosotros como creadores sabemos hacía donde llevarla”.
“En El coronel Tek, Francisco Félix se acerca a la muerte desde su propia noción de finitud y de impermanencia personal, le duele, pero más allá de ello trata de comprender el por qué de la vida como algo transitorio, la sensación de vacío tras la perdida, los vendavales que se desatan en quien se queda”, subrayó el poeta Enrique Moscoso.
Finalmente, el escritor Emmanuel Grajales señaló que la obra cuenta con una importante relación entre el paisaje y los sentimientos que remiten a la vida del coronel, manejando una resiliencia que si bien permite la aceptación del duelo, el autor no deja que con ello se borre la memoria, con un desarrollo sencillo, lirico y empático hacía los lectores.