Jorge Ricardo
Cd. de México.- El Tren Maya ganó un premio internacional, pero por la gigantesca devastación que ha causado en la selva de cinco estados. Fernando Constantino Martínez Belmar, un biólogo y fotógrafo mexicano de Yucatán, ganó en la categoría de fotoperiodismo del concurso Wildlife Photographer of the Year, convocado por el Museo de Historia Natural de Londres, con una fotografía de unos cuantos árboles de pie en medio de la ruta de mil 554 kilómetros de la obra.
«La foto captura la magnitud y la violencia de la deforestación. La clave de esta foto es la escala. Los árboles imponentes parecen cerillos. Infunde casi una sensación de pánico: la laceración en la Tierra que parece continuar para siempre en nuestro futuro», concluyó el jurado.
Martínez Belmar, de 37 años, tituló la foto: «El turismo bulldozer».
«Me siento muy agradecido por reconocimiento, pero la vez un poco triste y preocupado, a veces un poco enojado, por toda la situación que está ocurriendo en la Península de Yucatán con respecto al ecocidio ocasionado por el Tren Maya. De eso es de lo que habla mi fotografía», dijo Martínez Belmar vía telefónica. Este sábado estaba a punto de tomar el vuelo de regreso de Londres, una vez que fue premiado el viernes.
El premio tuvo una parte económica, de mil 250 libras, la difusión y el viaje a Londres, pero lo principal, dijo, es la difusión y la denuncia del ecocidio del Tren Maya, que comenzó a construirse en 2019 sin los estudios ni permisos ambientales, al grado de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador lo declaró como de seguridad nacional para eludir la legislación.
«La gente se queda impactada al mirar la fotografía», dijo el autor.
El Tren Maya, una mega obra cotizada originalmente en 140 mil millones de pesos, con una ruta circular en la Península de Yucatán, arrancó en 2019.
«Llueve, truene o relampaguee se va a construir el Tren Maya, lo quieran o no lo quieran», amenazó entonces López Obrador. En los mismos términos prometió inaugurarlo el próximo diciembre, y así lo hará, aunque apenas un tramo, de Cancún a Escárcega, por Mérida.
«Es evidente que este megaproyecto estuvo mal planificado. Diría yo, terriblemente planificado. Además, el problema no es un tren, el problema es cómo están haciendo el proyecto y por dónde va a pasar ese tren, sin tomar en cuenta todo lo que viene después del tren. El problema no sólo son los millones de árboles derribados o las afectaciones a la fauna, va mucho más allá de esto, es la afectación a las cuevas y a los acuíferos», acusó el biólogo.
Hacia el otro lado, de Cancún a Escárcega, por Campeche es el más retrasado, no sólo porque cambiaron la ruta tres veces, sino porque la gran cantidad de cenotes y ríos subterráneos del área natural protegida complicó las obras.
En Quintana Roo, en el Tramo 5, Martínez Belmar tomó la foto ganadora, luego de caminar cuatro kilómetros por un sistema de cuevas subterráneas.
«Mucha gente de todo el mundo va a conocer esta imagen, esta triste historia de lo que está ocurriendo en la Península de Yucatán», consideró en fotografo galardonado.
El año pasado también ganó un premio en el mismo certamen. Pero entonces fue con la foto de una serpiente ratonera cazando a un murciélago, no una de la naturaleza devastada.