Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal de las Casas, hizo un corte este domingo de los hechos que han marcado el 2024, entre ellos los desplazamientos y el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez.
El prelado reconoció en conferencia de prensa que este ha sido un año “particularmente complicado” por el recrudecimiento de la violencia provocada por los cárteles en el estado de Chiapas.
Ante esta serie de eventos, el obispo pidió «a las autoridades estrategias efectivaspara garantizar la seguridad de nuestros pueblos» y agradeció los esfuerzos de los civiles que han acompañado a las víctimas.
“Este año hemos visto con indignación como muchos hermanos han sido desplazados de manera violenta o impedidos a huir de sus comunidades por el miedo a perder la vida a causa de la violencia”, añadió.
Además, destacó la crisis humanitaria que se vive en Chiapas por la llegada masiva de migrantes, quienes enfrentan la falta de servicios y una estadía digna.
Y consideró que la muerte del padre Marcelo Pérez el pasado 20 de octubre, fue un «duro golpe» y afirmó que con esto se intentó callar a quien «desnuda los mecanismos e intrincadas conexiones de la violencia y la corrupción y detener los esfuerzos por promover una paz digna con justicia para las muchas víctimas».
«Estamos llamados a redescubrir la esperanza en los signos de los tiempos que el Señor nos ofrece, por ello es necesario poner atención a todo lo bueno que hay en el mundo para no caer en la tentación de considerarnos superados por el mal y la violencia», agregó en su mensaje.
