El estudio “Market Research 2025” de Pandapé revela que la mayoría de los colaboradores en México prioriza un bienestar integral que combine crecimiento profesional y equilibrio entre vida personal y laboral.Las empresas mexicanas enfrentan un reto estratégico: la rotación laboral al cierre del año, que refleja la necesidad de implementar políticas que promuevan una cultura laboral centrada en las personas.
Ciudad de México, diciembre de 2024 ― Cada fin de año, las empresas en México enfrentan un fenómeno recurrente: la “rotación decembrina”. Este término describe el momento en que muchos colaboradores dejan sus empleos tras recibir el aguinaldo, impulsados por factores como la búsqueda de mejores oportunidades, la reflexión de fin de año o el simple deseo de cerrar ciclos.
Para Ivonne López, Brand & Communications de Pandapé, “el llamado éxodo de final de año puede ser una cuestión estacional en un momento crítico, pero también representa una señal de cambio más profunda en las expectativas laborales, por lo que es fundamental entender estos comportamientos para crear estrategias orientadas a la fidelización y la sostenibilidad organizacional en el nuevo año. Las empresas que invierten en su gente logran más que reducir la rotación, fortalecen su posición como empleadores preferidos”.
¿Por qué renuncian los mexicanos?
Los resultados del estudio “Market Research 2025”, elaborado por Pandapé, arroja datos contundentes sobre las principales razones detrás de las renuncias en el país. En primer lugar, los mexicanos buscan salarios más competitivos que reflejen el valor de su trabajo, pero también, en el top de razones, se encuentra que priorizan oportunidades de desarrollo profesional que les permitan avanzar en sus carreras y condiciones laborales que respeten su bienestar personal.
El análisis revela que en México y la región, 63% de las renuncias se relacionan con la búsqueda de mejores ingresos, mientras que 46% ocurre por la falta de posibilidades de crecimiento interno. Adicionalmente, 36% de los colaboradores menciona la necesidad de un balance entre vida laboral y personal como un factor determinante. Estos datos confirman que las expectativas van más allá de lo económico, incorporando un enfoque integral en su calidad de vida.