Ciudad de México, 12 OCT.-El presidente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, lamentó la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y acusó al gobierno federal de carecer de un instrumento eficaz para atender a las víctimas de fenómenos naturales como las recientes inundaciones que han dejado al menos 48 personas muertas en Hidalgo, Veracruz, Puebla y Querétaro.
“Pese a la magnitud de los daños, el gobierno federal no cuenta con un mecanismo real para atender desastres naturales. Ya que desaparecieron el Fonden, al menos que no desaparezca la sensibilidad”, expresó Romero al demandar una respuesta inmediata y humana a las comunidades afectadas.
El líder panista dirigió un mensaje de solidaridad a las familias damnificadas y expresó sus condolencias a quienes perdieron a sus seres queridos. “Hoy no hay colores, hay personas que necesitan ayuda. Nuestra prioridad son las familias afectadas, las comunidades que hoy lo han perdido todo y requieren atención inmediata”, señaló.
Romero reconoció la respuesta de gobiernos locales y de la sociedad civil, y destacó las acciones del gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, quien —dijo— coordina de manera directa las labores de auxilio y reconstrucción en las zonas afectadas, junto con el alcalde de la capital, Felifer Macías.
Asimismo, informó que Acción Nacional ha instruido a sus gobernadores, alcaldes, legisladores y comités estatales a actuar “sin demora y cerca de la gente”, para brindar apoyo directo en las zonas devastadas.
Finalmente, Romero exhortó a la presidenta Claudia Sheinbaum a actuar con empatía y eficacia frente a la emergencia. “No se trata de política, se trata de humanidad. Ojalá el gobierno entienda que los mexicanos no necesitan discursos, sino apoyo real”, concluyó.
La desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) fue aprobada por el Congreso de la Unión, con mayoría morenista, en 2020, y por iniciativa del entonces presidente de Andrés Manuel López Obrador, como parte de la reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
El argumento oficial fue que el fideicomiso —creado en 1996 para atender emergencias provocadas por huracanes, sismos, incendios y otros fenómenos naturales— operaba con opacidad y discrecionalidad.
Sin embargo, desde su eliminación, gobiernos estatales y organizaciones civiles han advertido que no existe un mecanismo alterno con reglas claras, tiempos definidos ni recursos garantizados para la atención inmediata de desastres.
En su lugar, la Federación dispuso que los apoyos se canalicen mediante reasignaciones presupuestales y programas sociales, lo que, según críticos, ha provocado demoras y falta de transparencia en la entrega de ayuda.