Ante la creciente incertidumbre, los países nórdicos han intensificado sus esfuerzos para preparar a la población ante la posibilidad de una guerra o crisis global. Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca lanzaron nuevas guías de emergencia dirigidas a sus ciudadanos, con las cuales buscan reforzar la autodefensa y la resiliencia ante situaciones extremas como conflictos armados, desastres naturales o ciberataques. Esta iniciativa surge en respuesta a la escalada de tensiones en Europa, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania en 2022 y la reciente autorización de Estados Unidos para el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania.
Suecia, que abandonó décadas de neutralidad y se unió a la OTAN en 2023, ha tomado un paso significativo al distribuir un folleto de emergencia titulado «En caso de crisis o guerra» a todos sus hogares. La Agencia Sueca de Contingencias Civiles (MSB) ha explicado que la publicación, que no se actualizaba desde la Guerra Fría, tiene como objetivo preparar a la población para enfrentar bombardeos, cortes de servicios esenciales y ataques nucleares. El folleto, que será entregado a más de 5 millones de hogares, ofrece instrucciones sobre cómo encontrar refugios antiaéreos, cómo lidiar con la ansiedad y cómo actuar en situaciones extremas, incluida la defensa del país. Además, enfatiza la importancia de almacenar alimentos, agua y suministros médicos para al menos 72 horas.
Finlandia, por su parte, lanzó una plataforma web centrada en la preparación ante emergencias, debido a su extensa frontera con Rusia. Esta guía digital proporciona consejos prácticos sobre cómo afrontar cortes de energía, escasez de recursos y ataques cibernéticos. Finlandia, que también se unió a la OTAN en 2022, ha instado a su población a fortalecer su autodependencia y estar preparada para vivir sin servicios esenciales durante largos períodos.
Noruega y Dinamarca han seguido un enfoque similar al de sus vecinos. Noruega, que también ha distribuido folletos detallados sobre cómo manejar situaciones de emergencia, ha destacado la necesidad de preparar reservas de alimentos y medicamentos, como tabletas de yodo en caso de un ataque nuclear. Dinamarca, históricamente menos enfocada en guías de emergencia, también ha dado un giro estratégico, lanzando directrices que cubren desde cortes de electricidad hasta la escasez de productos básicos.
La inseguridad global, que ha incrementado por las amenazas nucleares de Rusia y las maniobras militares en el Ártico, ha impulsado a los países nórdicos a adoptar estas medidas preventivas. Además, el aumento de las tensiones con Corea del Norte, que ha reforzado su alianza con Rusia, ha sumado otra capa de incertidumbre para la región.
El mensaje que transmiten las guías es claro: la población debe estar preparada mental y logísticamente para cualquier eventualidad. Aunque no se espera una guerra inminente, las autoridades subrayan la importancia de construir resiliencia a través de la autodefensa y la cooperación comunitaria. Las recomendaciones incluyen medidas para proteger a los más vulnerables, como personas mayores, niños y mascotas, y cómo manejar situaciones de alta ansiedad. En palabras del ministro de Defensa Civil de Suecia, Carl-Oskar Bohlin, «la situación de seguridad ha empeorado, y debemos estar listos para enfrentar cualquier crisis que se presente». Con estos esfuerzos, los países nórdicos refuerzan su compromiso de proteger a sus ciudadanos en tiempos de incertidumbre, asegurando que cada individuo esté preparado para hacer frente a una crisis, ya sea bélica, natural o tecnológica.
