OBISPO Jaime Calderón pide la paz para Chiapas al despedirse de la Diócesis de Tapachula

Tapachula, Chis., 18 AGO.-El obispo emérito de Tapachula, Jaime Calderón Calderón se despidió este domingo de la comunidad religiosa de la Diócesis de esta región del Soconusco, ya que a partir del lunes 19 de agosto tomará posesión como arzobispo de León, Guanajuato.

Jaime Calderón a partir de este lunes tomará posesión como arzobispo en León y por lo que dejará de ser el responsable de la zona fronteriza de México, y pidió a Dios por la paz de Chiapas ante la ola de violencia que bandas criminales provocan en todos los pueblos del estado.

A través de un comunicado que difundió en la página oficial de la diócesis, el prelado agradeció la oportunidad que Dios le brindó de caminar juntos durante casi seis años en la Diócesis de Tapachula.

El pasado julio 4, el Papa Francisco nombró como Arzobispo de León, Guanajuato, a Monseñor Jaime Calderón Calderón, de 58 años, quien hasta este domingo se desempeñaba como Obispo de Tapachula, Chiapas, en la frontera con Guatemala.

En su mensaje de despedida, Jaime Calderón manifestó que siempre la voluntad de los católicos los lleva en el corazón y se puso a disposición desde las tierras del Bajío, además informó que el próximo jueves 22 se reunirá el Colegio de Consultores para elegir al Administrador Diocesano.

Ante este hecho relevante, pidió poner en el centro de las oraciones esta intención y mantener la disposición a seguir colaborando con quien asuma ese cargo, en unidad y solidaridad fraterna, para que afronten en el Señor los grandes desafíos que se presentan a la familia diocesana.

El obispo emérito se refirió a la jornada mensual de oración por la paz, que la intención es orar con la esperanza de construir un nuevo país desde la reconciliación y sobre todo, clamar al Señor por las familias de la Sierra que viven bajo el acecho de los grupos delincuenciales.

Construir un país desde la reconciliación es fundamental por varias razones: se superan los conflictos, se fortalece la unidad nacional, se busca la verdad y se garantiza la justicia, se promueve un desarrollo sostenible, es un pilar para la democracia saludable y se fortalece el tejido social, expuso.

Consideró que en definitiva la reconciliación es necesaria para construir un país que sea justo, unido y capaz de alcanzar su pleno potencial, ya que sin la reconciliación las sociedades quedan atrapadas en un ciclo de división y conflicto que impide el progreso y perpetua el sufrimiento.

En mayo pasado, a unos días del proceso electoral, los tres obispo de Chiapas realizaron un video y difundido en redes sociales y medios de comunicación en donde se dijeron estar preocupados por la realidad que estamos viviendo en nuestro Estado.

La ola de violencia está presente en nuestras diócesis, que desestabiliza a la sociedad y que en muchas ocasiones es generada por el crimen organizado.

La presencia de la corrupción a todos los niveles de Gobierno que tanto daño genera en el bienestar de las comunidades y familias», externó Rodrigo Aguilar Martínez, Obispo de San Cristóbal de las Casas, a nombre de la comunidad eclesial de Chiapas.

La Diócesis de Tapachula, acusó a los gobiernos de ser cómplices de la violencia ante su indiferencia de actuar contra los cárteles del narcotráfico que en esa entidad se disputan el territorio en detrimento de los habitantes.

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