Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. — Con la participación de más de mil personas, el Movimiento Esperanza celebró este fin de semana una asamblea estatal en la capital chiapaneca, evento que marcó un paso importante en su proceso de consolidación como fuerza política en la entidad rumbo al 2027.
La reunión fue encabezada por Pepe Garza, dirigente del movimiento, quien destacó la importancia de construir un instituto político con perspectiva ciudadana, que dé voz especialmente a las nuevas generaciones. En su mensaje, Garza subrayó la urgencia de impulsar una transformación social desde Chiapas, “escuchando, organizando y actuando con visión de futuro”.
Durante el evento, se delinearon los primeros acuerdos estratégicos con miras a la construcción de una plataforma formal de participación política. Los asistentes refrendaron su respaldo a los principios del movimiento, en un ambiente de unidad y participación activa.
La jornada estuvo acompañada por expresiones de identidad local, incluyendo el tradicional pozol, símbolo de hospitalidad chiapaneca, que formó parte del convivio entre los participantes.
“Lo que hoy presenciamos no es una casualidad; es el fruto de una organización con visión y un compromiso inquebrantable con el futuro de Chiapas”, comentó uno de los asistentes, reflejando el ánimo generalizado.
Con este encuentro, el Movimiento Esperanza se posiciona como un actor emergente dentro del panorama político estatal, con la mira puesta en fortalecer su estructura territorial y consolidar su presencia en los municipios durante los próximos meses.
