Ciudad de México, 04 DIC.-El inicio de la discusión en el Senado sobre la minuta de reforma a la Ley General de Aguas —enviada por la Cámara de Diputados— derivó este jueves en un duro enfrentamiento entre los coordinadores parlamentarios del PAN y Morena, Ricardo Anaya Cortés y Adán Augusto López Hernández.
El choque arrancó cuando el PAN, a través de Anaya, presentó una moción suspensiva para frenar el debate, acusando que la nueva Ley General de Aguas contiene “dardos envenenados” que, afirmó, buscan consolidar el “control político” del oficialismo sobre el recurso hídrico y sobre los productores del campo.
Anaya acusa autoritarismo y eliminación de la transmisión de concesiones
Desde tribuna, Ricardo Anaya sostuvo que la reforma cancela la transmisibilidad de concesiones de agua y permitiría que el gobierno reasigne discrecionalmente los volúmenes cuando un campesino venda su tierra.
“Antes, si un campesino quería vender su parcela con una concesión de agua, podía transmitirla. Con esta reforma, ya no puede. Ahora hay una reasignación solo si le da la gana a la autoridad de Morena”, afirmó.
El panista acusó al bloque oficialista de buscar “arrodillar” a los productores rurales y advirtió que el país se dirige a “un régimen autoritario, una dictadura donde Morena lo controla todo, incluido el agua”.
Anaya leyó un fragmento del artículo 22 para sustentar su denuncia:
“Los derechos amparados en las concesiones y asignaciones no serán objeto de transmisión”.
El coordinador panista también rechazó el argumento del oficialismo sobre los presuntos “acaparadores de agua”, señalando contradicciones internas.
Aseguró que un integrante del bloque de Morena tiene un volumen concesionado “tres veces mayor” al de los senadores del PAN que han sido señalados. “Ahórrense su argumento, porque les va a salir el tiro por la culata”, dijo.
Cuestionó qué parámetro define quién es “pueblo bueno” y quién se convierte en “acaparador” y acusó al oficialismo de tener un “desprecio brutal por la propiedad privada”.
Anaya afirmó que la reforma no contempla recursos para atender fugas —que en algunas ciudades alcanzan el 50 por ciento del suministro— ni para tecnificar el campo, donde solo un millón de hectáreas cuentan con sistemas modernos de riego.
“¿Cuánto dinero le ponen? Cero pesos. No les interesa el agua, les interesa el control político y campesinos arrodillados”, remató antes de cerrar con:
“¡Que viva la libertad y que viva México!”.
En su segunda intervención, Anaya reafirmó que el artículo 22 confirma la eliminación de la transmisibilidad y acusó al oficialismo de mentir.
“Una sola cosa no se vale aquí, y es mentir”, señaló, recordando las protestas de productores en puentes fronterizos.
Adán Augusto López rechaza la moción y acusa al PAN de “lamerse las heridas” del 2018
El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Adán Augusto López Hernández, subió a tribuna para impugnar la moción suspensiva y respondió con dureza a los señalamientos del PAN.
“Tal parece que les duele todavía la apabullante derrota del 2018. Ese es un trauma que el senador que presentó la moción nunca va a poder superar”, lanzó.
López Hernández admitió que el artículo 22 establece que una concesión no es transmisible por sí misma, pero explicó que eso no impide que, al venderse una propiedad con concesión vinculada, el nuevo dueño conserve los derechos.
Leyó el artículo 49, que indica que, al transmitirse el dominio de la tierra:
“La nueva persona propietaria conservará los derechos… La autoridad del agua expedirá un nuevo título conforme al volumen y vigencia del original, exceptuando el análisis de disponibilidad”.
El senador aseguró que esta disposición elimina cualquier discrecionalidad de la autoridad y garantiza la continuidad del título de concesión.
El líder morenista negó que la reforma busque ampliar el poder del oficialismo y afirmó que Morena solo ejerce la mayoría que obtuvo en las urnas.
“Les falta a otros, que sí quieren poder político, porque ni siquiera pudieron controlar a su bancada el día de ayer”, ironizó.
Defendió que la nueva Ley General de Aguas se enmarca en el mandato constitucional del derecho humano al agua, y que las reformas impulsadas por su partido —incluida la del Poder Judicial— cumplen compromisos de campaña.
López Hernández concluyó acusando a la oposición de “venir a mentir” y sostuvo que la reforma garantiza tanto la transmisión de la tierra como la continuidad de sus concesiones sin vulnerar los derechos de los productores.
