– Algunos durmieron en casas de campaña o a la intemperie a la espera de que llegue el próximo año para poder acudir a algún centro del Instituto Nacional de Migración –
A cientos de kilómetros de casa, migrantes, la mayoría venezolanos, pasan las fiestas decembrinas a la deriva y sin rumbo concreto en torno a su situación social. Cientos de ellos han quedado varados en Tapachula, al sur de Chiapas, a la espera de la reactivación de los servicios y trámites por parte del gobierno mexicano.
Muchos que no han podido acomodarse en alguna habitación de hotel o pensión, pasan las horas y los días a la intemperie en el parque Central Miguel Hidalgo y otros sitios públicos donde encuentran cobijo.
El único árbol de navidad que han podido ver este 24 y 25 de diciembre, es el que colocó el ayuntamiento en la explanada de esta plaza pública.
CIERRE DE MÓDULOS MIGRATORIOS PARALIZA SU PASO POR CHIAPAS
Milton Coronel, un hombre nativo de Caracas, llegó con su familia el pasado 21 de diciembre, pero encontró cerrados los módulos de atención migratoria en Ciudad Hidalgo y Tapachula. Desde entonces ha tenido que vivir en el centro de esta ciudad, donde se ha topado con más compatriotas y personas en condición de tránsito.
“Yo estoy aquí con mi esposa, mi hijo y dos de mis sobrinos porque mi hermana no pudo viajar por enfermedad, así que es una situación muy dura para nosotros porque nunca pensamos que nos fuera a tocar dormir en la calle o simplemente no tener un lugar para bañarnos”, acotó.
Las circunstancias de Milton se replican en decenas de extranjeros que con maletas, mochilas y los más afortunados con casas de acampar, esperan que se agote el 2022 y llegue enero para poder acudir a algún módulo de atención. Muchas más cargan con cajas de cartón para amortiguar un poco la suciedad o el frío del suelo.
La situación se complica para muchos de ellos. Los precios de productos, principalmente alimentos, encarecen durante esta temporada, aunado a que transportistas también abusan en el cobro de tarifas por traslados dentro de la ciudad.
Ademas, acudir a albergues de la localidad no es opción, ya que se encuentran saturados y con poca atención en los últimos días del año.
Pese a las adversidades, muchos migrantes siguen ingresando por la frontera entre México y Guatemala, por lo que se prevé que el 2 de enero próximo saturen los centros de atención instaurados por el Instituto Nacional de Migración (INM) en Chiapas.
