Ciudad de México, 05 NOV.-Los 58,599 kilómetros de Michoacán no solo son tierra fértil para el cultivo de limón, aguacate y otras frutas, también lo son para la operación de, al menos, 24 grupos delictivos que se tienen identificados en la entidad y entre los que se encuentran el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cárteles Unidos y La Familia Michoacana.
Estos tres grupos fueron clasificadas como Organizaciones Terroristas Extranjeras por el gobierno de Estados Unidos y contribuyen a que la entidad esté sumergida en una ola de violencia que al año deja más de 1,000 homicidios dolosos.
En 45 de 113 municipios de la entidad gobernada por Alfredo Bedolla, de Morena, se tiene identificada la operación de las 24 organizaciones criminales que producen y trafican drogas, extorsionan, secuestran, asesinan, venden y compran armas de manera ilícita e incursionan en la minería ilegal.
Facundo Rosas, experto en seguridad pública y director de la consultora BlackIND, explica que el abandono que ha tenido Michoacán durante años y la permisividad de autoridades provocaron que en el estado crecieran organizaciones criminales.
“Hay tres elementos: el abandono derivado de la disputa política de quién gobierna qué, en ese enfrentamiento a nivel político entre partidos, entre gobernantes se pierde el control, se pierde la visión; el segundo tiene que ver con los mercados ilícitos porque son fuente de ganancias para los grupos delictivos, entre ellos la extorsión a la actividad agrícola, la actividad minera, y tres que Michoacán es territorio para producción y paso de algunas sustancias ilícitas”, explica en entrevista.
La disputa de las organizaciones criminales sumergieron a Michoacán en una crisis de violencia cíclica. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), desde el año 2016 el estado se mantiene por encima de los 1,000 homicidios al año, pero en años como el 2021 y 2022 rondó los 2,000 eventos.
Armando Vargas, coordinador de Seguridad en la organización México Evalúa, explica que a la proliferación de organizaciones también contribuye en la cooptación de autoridades.
«Para que las organizaciones criminales proliferen, necesitan en alguna medida de protección por parte del Estado. La protección se puede construir a través de la corrupción, pero también de la violencia. Me parece que del lado político ha habido una colaboración, al menos por omisión, por parte de los tres niveles de gobierno frente al crimen organizado», detalla.
Cuando en un territorio hay más organizaciones, la violencia criminal y política se acentúa por la disputa que hay de los mercados y la geografía.
«Con la política de descabezamiento que llevó a cabo el expresidente Felipe Calderón, las organizaciones criminales incrementaron su número y esto incrementó la violencia porque hay jugadores que intentaban disputar los diferentes mercados ilícitos», agrega Vargas.
Michoacán tiene en su tierra fértil un incentivo también para los criminales, donde los empresarios y productores se han convertido en víctimas de los grupos criminales que los extorsionan, fijan precios del producto y controlan los caminos por donde pasan las mercancías.
La entidad es líder nacional en producción de limón, fresa, zarzamora, lenteja, durazno y ciruela, de acuerdo con datos estatales, pero sin duda, el aguacate es el producto estrella: anualmente produce más de 2 millones de toneladas de la fruta y se exportan cerca de 3,500 millones de dólares, en su mayoría al mercado estadounidense.
La comercialización a ese país es tan importante que si bien el cultivo del aguacate de Michoacán está en gran medida en manos de productores mexicanos, la comercialización, empaque y distribución internacional, sí involucra la participación de empresas transnacionales, muchas de ellas estadounidenses, por lo que este mercado se vuelve prioritario para los intereses del gobierno de Donald Trump.
De cárteles a terroristas
En febrero pasado, el gobierno de Estados Unidos declaró a seis organizaciones mexicanas como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés) y Terroristas Globales Especialmente Designados (ODS) al considerar que constituyen una amenaza para la seguridad nacional “que va más allá de la que plantea la delincuencia organizada tradicional”.
Los cárteles designados fueron el de Sinaloa, Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Noreste (CDN), La Nueva Familia Michoacana (LNFM), Cártel de Golfo (CDG) y Cárteles Unidos). De ellos, tres tienen fuerte presencia en Michoacán.
Cárteles Unidos
Liderada por Juan José Álvarez Farías, «El Abuelo», esta organización tiene sus antecedentes en el 2010.
Tiene presencia en 12 municipios entre ellos Buenavista, Aguililla, Apatzingán y Tepaltepec, que están entre los principales productores limoneros. Estas localidades producen 600,000 de las 670,000 toneladas del cítrico que genera anualmente la entidad.
Cuando el gobierno de Estados Unidos la designó, la describió como una organización transnacional violenta que participa en “actividades violentas que han causado numerosas bajas civiles, militares y policiales”.
Entre las actividades criminales que realizan están tráfico de drogas, secuestro, homicidio, tráfico de armas y extorsión.
De acuerdo con Armando Vargas, Michoacán es altamente atractivo por las diferentes economías legales e ilícitas en las que pueden obtener recursos económicos.
«Es un territorio apropiado para la instauración de estructuras criminales por el alto potencial de explotación de rentas, ya sea por la vía legal o ilegal», indica el experto en seguridad.
“Michoacán es una tierra fértil para la proliferación de una multiplicidad de economías formales e informales, particularmente de estas economías que son claves no solamente para el desarrollo local, regional, sino nacional como el aguacate y el limón”, Armando Vargas, de México Evalúa.
Cártel Jalisco Nueva Generación
En Aguililla, Michoacán, están los orígenes del CJNG, pues en el poblado de Naranjo de Chila nació Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.
El CJNG tiene presencia prácticamente en todo México y debido a la disputa interna en el Cártel de Sinaloa, esa organización se ha extendido y fortalecido.
Este cártel no solo se dedica al tráfico de fentanilo, también a la extorsión, el tráfico de migrantes, el robo de petróleo y minerales, y al tráfico de armas.
El gobierno estadounidense lo clasifica como una organización sumamente violenta y con contactos en todo el continente americano, además de tierra europea y asiática.
“El CJNG ha perpetrado actos de violencia intimidatorios, incluyendo ataques contra militares y policías mexicanos con armamento militar, el uso de drones para lanzar explosivos contra las fuerzas del orden mexicanas y asesinatos o intentos de asesinato de funcionarios mexicanos”, señala el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
De acuerdo con el Mapa delincuencial de Michoacán de AC Consultores, el CJNG tiene presencia e 21 de los 113 municipios de estado.
Esa organización que tiene como líderes regionales a Miguel Angél Gallegos “Migueladas” tiene como antecedentes de su operación el año 2001 y se dedica al narcotráfico y extorsión.
Entre los municipios que tiene actividades están La Piedad, Zamora, Sahuayo, Los Reyes, Uruapán, Buenavista, Tepaltepec, Aguililla, Apatzingán, Tacámbaro y Madero.
La Nueva Familia Michoacana
Sucesora de La Familia Michoacana, esta organización también fue clasificada como terrorista por el gobierno de Donald Trump, quien a su regreso a la Casa Blanca ha emprendido “una guerra” contra el narcotráfico.
“Además del narcotráfico, el secuestro y la extorsión, LNFM ataca a funcionarios gubernamentales y utiliza la violencia, incluyendo ataques con drones y explosivos, para ejercer su control criminal y aterrorizar a las comunidades”, describió el Departamento de Estado a esta organización que además de Michoacán tiene operaciones en Guerrero, Morelos y Estado México.
Su presencia en Michoacán está identificada en 16 municipios, entre ellos Tangamandapio, Tepaltepec, Huetamo, Carácuaro, Madero, Maravatío, Hidalgo, Tacámbaro y Uruapan, estos dos últimos con producción aguacatera.
Sus antecedentes se remontan a 2005 y sus actividades delictivas incluyen tráfico de drogas, seuestro, extorsión y minería ilícita.
Como sus líderes regionales se identifica a Javier Eduardo Cruz “El jabalí” y José Alfredo Hurtado “La fresa”.
¿Posible una intervención de EU?
Tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el subsecretario de Estado del gobierno de Donald Trump, Christopher Landau, ofreció profundizar la cooperación en seguridad con México contra el crimen.
“La presidenta Claudia Sheinbaum descartó aceptar algún tipo de ayuda del gobierno de Estados Unidos.
“Nosotros no estamos de acuerdo con ningún proceso de injerencismo, ni intervencionismo y que colaboramos y nos coordinamos, y somos un Estado soberano”, Claudia Sheinbaum, presidenta de México.
Sin embargo, Facundo Rosas afirma que ese ofrecimiento de Estados Unidos es más una forma de presionar a México en el combate contra el crimen.
“No hay forma de predecir cómo va a actuar para negociar, él utiliza los recursos a su alcance para presionar y de estar preparando alguna fuerza para intervenir sería una medida de presión para arrinconar a las autoridades al gobierno de México para que haga lo que corresponde conforme a la ley porque a ellos les interesa que no se muevan drogas hacia su territorio”, explica.
Un plan para la entidad
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Sheinbaum anuncia Plan Michoacán por la Paz y Justicia, tras asesinato d…
La presidenta informó que desde este martes se reunirá con su gabinete para que le presenten propuestas en mater…
La estrategia se basa en tres ejes: seguridad y justicia; desarrollo económico con justicia y educación y cultura para la paz, entre los que se incluye el fortalecimiento de la presencia de las Fuerzas Armadas, de la Fiscalía Estatal, una Oficina de la Presidencia de la República en diferentes municipios de Michoacán, mesas de seguridad cada 15 días y alerta para los presidentes municipales.
En materia de desarrollo económico se prevén salarios dignos a jornaleros agrícolas y trabajadores de la agricultura de exportación; inversión en infraestructura rural y convenios con el sector productivo para el desarrollo de más polos de bienestar.












