Ciudad de México, 04 ENE.-México llegó este miércoles al Día Nacional del Periodista sin nada que celebrar, tras registrar el pasado año cifras inéditas de asesinatos de profesionales de la comunicación, que también sufrieron hostigamiento y persecución por parte del poder público.
“No hay nada que celebrar en uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Lo único importante es la oportunidad de recordar a los gobiernos y la sociedad que el periodismo, el derecho a la información y la democracia están en riesgo”, expuso a EFE la representante de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en México, Balbina Flores.
Según el recuento de RSF, 11 periodistas fueron asesinados durante el pasado año en México en relación con su trabajo, y otros 4 casos siguen bajo investigación, mientras que otros organismos, como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), calculan hasta 20 casos.
De cualquier modo, 2022 se convirtió en el año más mortífero para los profesionales de la información en México, el “país en paz” más peligroso para la prensa y que concentró el 20% de los asesinatos de periodistas documentados por RSF a nivel global.
“Asesinaron a más periodistas que en Ucrania o Irak. Es muy impactante siendo un país en paz y democracia”, alertó Flores.
El homicidio es el nivel más extremo de la violencia contra los profesionales de la comunicación, pero suele ir precedido por un ambiente de hostigamiento, crítica y persecución, añadió.
“Gran parte de esas amenazas proviene del poder público por vía telefónica, redes sociales o de forma directa. Este tipo de actos inhiben el ejercicio periodístico“, manifestó la representante del organismo internacional.
Además, puntualizó que las repetidas críticas que el presidente Andrés Manuel López Obrador vierte sobre los periodistas críticos con su administración transmiten la sensación de que se les puede agredir fácilmente en la calle o en internet.
Tan sólo este miércoles, el mandatario reiteró sus cuestionamientos a la prensa antes de presentar “Quién es quién en las mentiras”, una sección semanal en sus ruedas de prensa matutinas en la que exhibe a medios críticos de su gobierno.
“Es una mínima parte, muy poquito, ni siquiera llega a botón de muestra para todo el bombardeo de mentiras y la guerra sucia que han echado a andar los del bloque conservador con sus medios de desinformación”, sostuvo el presidente López Obrador en su conferencia.
Otro de los motivos del incremento de la violencia contra los periodistas, en México y en toda Latinoamérica, es la precarización laboral y la falta de protección que les ofrecen los medios de comunicación para sus trabajadores.
El Día Nacional del Periodista en México se celebra cada 4 de enero en conmemoración del fallecimiento de Manuel Caballero (1926), considerado el padre del periodismo moderno mexicano.
La representante de RSF se mostró poco optimista de cara al año que arranca y vislumbró que los próximos procesos electorales, en Coahuila y Estado de México de junio y las federales de 2024, provocarán una guerra política que salpicará a los periodistas.
El reportero Omar Castro sufrió el pasado martes una agresión en Sonora, que se consideró el primer ataque a un periodista en 2023. Posteriormente, él mismo negó que el suceso tuviese que ver con su labor profesional.
Pese a todo, Flores rescató de las tinieblas en las que se sumen los profesionales de la comunicación en México los grandes trabajos periodísticos que se siguen haciendo en el país en materia de investigación contra la corrupción, violaciones de derechos humanos o fenómenos migratorios.
“Y ante los casos de violencia, los periodistas se organizan, se manifiestan. Se va a cumplir un año del asesinato de Margarito Esquivel en Tijuana, que generó una movilización impresionante. Esas acciones también son positivas”, destacó.