Ciudad de México, 5 de septiembre.– Más de 700 mil reses mexicanas permanecen varadas tras el cierre de la frontera con Estados Unidos por un brote de gusano barrenador, situación que afecta al comercio de ambos países, aunque el mayor impacto recae en el mercado estadounidense, dependiente de la carne mexicana.
El líder de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, Álvaro Bustillos, informó que la exportación podría reanudarse en un par de meses gracias al programa de la mosca estéril, estrategia que busca contener al parásito.
México y EU acordaron remodelar la planta de producción de moscas estériles en Chiapas, con una inversión de 51 millones de dólares, de los cuales Washington aportará 21 millones.
El cierre, decretado el 9 de julio por el Departamento de Agricultura de EU tras detectar un caso en Veracruz, es el tercero en ocho meses. Ganaderos denuncian severas pérdidas por el incremento de costos en alimentación y la falta de flujo de efectivo.