Una temporada más está a punto de comenzar en la NBA. La mejor liga del baloncesto del planeta, volverá a brindar un espectáculo único en la que algunos protagonistas no pasan de moda. Este es el caso de Lebron James, quien volverá a ser de la partida con sus Angeles Lakers. Lo cierto es que las apuestas deportivas contemplan a los angelinos muy lejos del título, pero cuando el mayor anotador de la historia de la competición salta a la cancha, todo puede acontecer. Sus hitos históricos así lo confirman, repasemos algunos de ellos para insuflar fuerza a los aficionados de la franquicia de púrpura y oro.
Desde su llegada a la liga en 2003, LeBron fue visto como una promesa destinada a marcar una época. Lo que pocos anticipaban era la magnitud del impacto que tendría desde sus primeros partidos. Su debut con Cleveland fue la confirmación de que se trataba de un jugador fuera de lo común, con una capacidad atlética y una visión de juego que lo diferenciaban de inmediato. No tardó en convertirse en la piedra angular de la franquicia y en uno de los nombres más seguidos del baloncesto mundial.
Uno de los momentos más significativos de su carrera llegó en 2012, cuando logró conquistar su primer campeonato de la NBA con Miami Heat. Ese triunfo no solo significó la validación de su búsqueda de títulos, sino también el inicio de una etapa en la que se consolidó como un jugador capaz de liderar a sus equipos en los escenarios más exigentes. Las finales disputadas durante esos años lo mostraron como un competidor incansable, capaz de dominar tanto en ataque como en defensa, y de ser decisivo en los momentos clave.
El regreso a Cleveland representó otra página histórica de su carrera. Allí protagonizó uno de los hitos más recordados en la historia reciente de la NBA: la conquista del campeonato de 2016. Aquella serie contra Golden State Warriors es considerada por muchos como una de las más épicas jamás jugadas, y LeBron fue el motor de la remontada que llevó a los Cavaliers a su primer título. Su actuación en esos partidos, especialmente el icónico tapón en el séptimo encuentro, quedará como uno de los momentos más representativos de su legado deportivo.
Su capacidad para mantenerse en la élite a lo largo de los años es otro aspecto que marca su carrera. Mientras muchos jugadores alcanzan su pico de rendimiento durante unas cuantas temporadas, LeBron ha sido capaz de extender su dominio a lo largo de dos décadas, adaptando su juego a las exigencias físicas y estratégicas de cada momento. Esa longevidad competitiva lo ha llevado a superar marcas históricas, incluyendo convertirse en el máximo anotador de la NBA, un logro que refleja no solo su talento, sino también su consistencia y capacidad de mantenerse en la cima.
La llegada a Los Ángeles Lakers sumó otro capítulo de éxito a su recorrido. Con la franquicia angelina alcanzó el campeonato en 2020, en una temporada atípica marcada por la pandemia, pero que sirvió para demostrar una vez más su capacidad de liderazgo en circunstancias adversas. Ese título, además, reforzó su estatus como uno de los pocos jugadores capaces de llevar al triunfo a múltiples equipos, consolidando su influencia en distintas etapas y contextos de la liga. El legado deportivo de LeBron, construido a través de títulos, récords y actuaciones inolvidables, está grabado en la historia de la NBA. Su permanencia en el más alto nivel y su capacidad de reinventarse en cada etapa hacen que su figura se sitúe entre las más grandes de todos los tiempos, con un impacto que va mucho más allá de las canchas en las que ha dejado su huella.