Tuxtla Gutiérrez, 29 de Octubre de 2024.
Chiapas vive días oscuros. La ola de violencia que sacude al Estado ha dejado un rastro de sangre y muerte en las calles, y la pregunta que hoy resuena en los corazones de todos es: ¿Cuántos más? En el último mes, los homicidios han sido constantes, con al menos 10 personas asesinadas en un solo fin de semana.
En lo que va del 2024, las cifras son alarmantes: 520 asesinatos solo en la Costa de Chiapas. Municipios como Tapachula, Suchiate y Tuxtla Gutiérrez han sido escenarios de esta tragedia, con más de 200 homicidios solo en Suchiate y otros municipios de la Costa.
Ante esta escala de violencia, las respuestas sordas y cortinas de humo por parte de las autoridades locales; el Senador Luis Armando Melgar, nuevamente ha hecho un llamado para exigir al gobierno de Rutilio Escandón actuar de inmediato y dejar de esconder la realidad que se vive en Chiapas.
“No son los medios los que distorsionan la realidad gobernador Escandón, es la realidad que es distorsionada por intereses que así conviene”, señaló Melgar.
El legislador, indicó que lamentablemente la muerte de Abraham González, joven gerente de Banco Azteca en el municipio de Copainalá, es otra vida arrancada por esta ola de sangre que no se ha logrado frenar.
“Queremos justicia para Abraham y para todos los chiapanecos que viven con miedo. La seguridad no puede seguir siendo una promesa rota, Chiapas está desangrándose. Exigimos un Chiapas seguro”, agregó.
Las familias lloran a sus muertos, pero las autoridades aún no han logrado frenar este derramamiento de sangre. ¿Cuántos más? ¿Cuántas vidas más deben ser sacrificadas antes de que se vea un cambio real? La impunidad es el verdadero enemigo, y mientras esta siga imperando, Chiapas seguirá siendo rehén de la violencia.
Melgar, señaló que ya es hora de que las autoridades del Estado actúen con contundencia y sin excusas, y junto a un sinnúmero de chiapanecos, exigió justicia para las víctimas, seguridad para las comunidades y medidas firmes para detener a quienes se aprovechan de la vulnerabilidad de la gente. “Los chiapanecos merecemos vivir en paz. No más promesas vacías, no más excusas.
Chiapas tiene con qué, pero necesita un liderazgo decidido que ponga fin a esta tragedia. ¿Cuántos más? La respuesta debe ser ninguno”, finalizó.
