Ciudad de México, 03 OCT.-Ante la muerte de seis migrantes en Chiapas a manos del Ejército, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) condenó el “uso desproporcionado de la fuerza letal por parte de agentes del Estado”.
Además, lamentó que no se trate de un hecho aislado, consecuencia de la militarización de la política migratoria y una mayor presencia de fuerzas armadas en la frontera sur del país.
Militares disparan contra migrantes en Chiapas
Como informamos, el martes pasado elementos del Ejército dispararon contra un grupo de migrantes que, según la versión de la Sedena, evadieron una patrulla de reconocimiento en Chiapas.
En total murieron seis migrantes que, de acuerdo con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, son originarios de Egipto, El Salvador y Perú.
La mandataria aseguró que los militares que dispararon ya están a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR), que hará la investigación correspondiente.
El Episcopado lamenta asesinato de migrantes en Chiapas
Al respecto, la CEM, a través de la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana, rechazó el uso desproporcionado de la fuerza letal por agentes del Estado lo que ocasionó, hasta el momento, la muerte de seis migrantes y diez más que resultaron heridas.
El comunicado de la Iglesia católica de México también indica lo siguiente:
Esta tragedia surge no como un hecho aislado, sino como consecuencia de la militarización de la política migratoria y una mayor presencia de fuerzas armadas en la frontera sur del país, la cual ha sido una constante.
Política migratoria basada en militarización
Por la naturaleza y gravedad de los hechos y al existir un contexto de violación sistemática de derechos humanos, así como una política migratoria basada en la militarización, el Estado mexicano está obligado a realizar una investigación seria, imparcial y efectiva.
De lo contrario, si estos hechos no son investigados con la debida diligencia, resultaría de algún modo, auxiliados por el poder público comprometiendo la responsabilidad internacional del Estado mexicano.
Solicitamos al Estado mexicano adoptar medidas de no repetición para limitar la presencia de las Fuerzas Armadas en labores de orden público y en materia de control y revisión migratoria a situaciones excepcionales y asegurar el cumplimiento de medidas preventivas en el uso de la fuerza.
Ante esta situación es importante recordar que el principio de la centralidad de la persona humana, expresado con firmeza por el papa Benedicto XVI, nos obliga a anteponer siempre la seguridad personal a la nacional.
Por tanto, es necesario formar adecuadamente al personal encargado del control en las fronteras.
Alternativas a la contención migratoria
En nombre de la dignidad fundamental de cada persona, es necesario esforzarse para preferir soluciones que sean alternativas a la contención de las personas en situación migratoria irregular que entran en el territorio nacional y la militarización de la frontera.
Nos solidarizamos con las víctimas y sus familiares, extendiendo nuestras oraciones por las personas migrantes que murieron en este operativo del Ejército mexicano, y por la pronta recuperación de las personas heridas.
Que el Dios que camina con las personas migrantes y refugiadas, lleve el consuelo y la paz y el pronto alivio a las familias de las víctimas.
Como Iglesia que acompaña siempre a los más pobres, confiamos que la violencia nunca será la solución.
María madre de migrantes y refugiados, extienda su manto de amor protector a quienes tienen que huir por amenazas, y únicamente buscan una vida digna y trabajo para llevar el alimento a sus familias.