Tapachula, Chis., 03 DIC.-En la última administración del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, la frontera sur de México se convirtió en un punto crítico para el tráfico humano, territorio en el operan con total sin que las autoridades federales y estatales interfieran, revelaron activistas defensores de derechos humanos de los migrantes.
Durante todo el sexenio que terminó el 30 de septiembre pasado, no se detuvo a un solo traficante de humanos en Chiapas colindante con Guatemala, a pesar de las denuncias y señalamientos constantes que se hacen ante las autoridades correspondientes, aseguró Luis García Villagrán, activista y observador del fenómeno migratorio.
Por otro lado, Irineo Mujica, director de Pueblos Sin Fronteras, denunció que el crimen organizado domina el fenómeno migratorio en la frontera sur, obteniendo ganancias millonarias. “Entre el 70 por ciento y el 80 por ciento de la migración en esta zona está siendo traficada por grupos criminales. Los migrantes no pueden caminar en paz y son marcados como si fueran mercancía”, expuso.
Mujica reconoció los esfuerzos de la Fiscalía General de la República, la Marina, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional en la lucha contra el tráfico de personas. Sin embargo, insistió en que es indispensable atacar las raíces del problema y enfrentar a los cómplices dentro de las propias instituciones.
El activista García Villagrán que las redes delictivas prosperaron gracias a la complicidad que permitió su expansión, con la presunta colaboración de autoridades que favorecieron esta impunidad, de ahí que hizo un exhorto a las autoridades federales y estatales a investigar y desmantelar a las redes criminales de migrantes que desde este estado enganchan a sus “presas”.
No obstante, resaltó que con la llegada de Omar García Harfuch a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), ya se está notando su intervención, sin embargo, hace falta más rigor para su sometimiento.
García Villagrán exige que se llegue hasta la cabeza del problema, incluso contra políticos y funcionarios implicados en este delito.
Durante el sexenio anterior, la frontera sur fue entregada de facto al crimen organizado. Ahora es urgente recuperar el control, la seguridad y la dignidad de esta región”, agregó el activista, quien además señaló que la presencia de coyotes ha sido reemplazada por grupos criminales que controlan todo el flujo migratorio.
Ambos activistas coincidieron en que los operativos recientes representan un avance, pero aún insuficiente para devolver la paz y seguridad a las personas en contexto de movilidad y a los chiapanecos. “El miedo persiste. Es hora de que las estrategias de seguridad realmente transformen la región”, concluyeron.