Tubo de Ensayo, por René Delios ·
En medio de los triunfalismos económicos porque se rompió el tope histórico de inversión directa en éste año -dicho por Forbes, que no es cualquier cosa-, y el peso se ha mantenido como moneda estable en todo el sexenio, y súmele que sea un éxito la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y hasta el AIFA, insisto que si la calidad educativa se mantiene como está, eso del PIB arriba como índice de crecimiento, será el puro bloff.
La educación en México no termina con sus rezagos aun la Reforma de referencia y la ley que derivó de ella; el magisterio se mantiene en la retórica de su lucha afectando el derecho de sus inmediatos como lo son los alumnos -cobrando por un mal trabajo, y ahí están los datos de la Unesco-, y de terceros cuando impide el libre tránsito al bloquear calles, avenidas, carreteras, y secuestrar a trabajadores en los edificios públicos, como sucedió en Michoacán hará un par de años cuando tomaron el congreso de ese estado, o en Guerrero donde tomaron el edificio de la Secretaría de Educación, privando de la libertad -los que dan conocimiento- a sus conciudadanos.
El colmo fue Morelia, en dónde secuestraron varios camiones, bajando a los pasajeros y llevándose, cual ladrones, sus pertenencias, todo a nombre de sus derechos, en una anarquía que solo deja ver la prepotencia del gremio disidente, bastante impopular entre la opinión pública nacional, esa es la verdad.
Pero eso no los priva de razón: el magisterio sigue siendo mal pagado en México; tienen licenciatura, muchos logran maestría, pero pocos son lectores asiduos.
El magisterio “democrático” no tiene ningún rubor en pisotear los derechos de terceros, sus derechos humanos, su libertad y derecho al conocimiento: tienen –en serio- a varios estados de este país en la medianía educativa.
Ahora bien, la legalidad les permite protestar por lo que consideran atentado a sus derechos labores, o el reclamo de mejoras salariales.
Pero hay formas institucionales para ello; otrora no se acudía a éstas porque aliadas al gobierno, conciliación conjuraba la huelga y ya.
Pero ahora este gobierno escucha.
Ya se han sentado bases, ya se han instalado mesas.
Hoy es distinto, pero no se recurre a estas instancias, porque ahora es el todo por el todo, pues desprovisto de banderas ante la respuesta positiva de este gobierno, de vez en vez de radicalizan.
Hasta el gobierno estatal ha cumplido sus compromisos, pagando deuda rezagada en salarios, interinatos.
Pero insistimos, el magisterio no está falta de razón en no pocos puntos de reclamo al gobierno federal o estatal. Ni negar que las escuelas están en condiciones paupérrimas, por ejemplo, de ahí la respuesta de irlas mejorando, reconviniendo, y buscando encuentro un dato: unas dos mil 300 escuelas al inicio del milenio no contaban con baños, y todas estaban reportadas con éstos.
Pero sí la CNTE reportaba esto, el gobierno federal de entonces -y los estatales también, mandaban a sus escribanos a decir que solo era el pretexto, para parar labores.
Chiapas fue una entidad lejos del centro, sin verificación honesta de obras federales por años. Ejemplos hay varios, y si quieren uno grande: Stan; no pasó nada. Miles de millones de pesos, y obras reportadas como hechas que ni sus luces, en la era Calderón, ya en este siglo.
No hay responsables.
Como no lo hay por el otro rezago: 7 millones de jóvenes sin escuela media superior, que es otro de los temas deslizados de la gran controversia y que es, exclusivamente, responsabilidad de los gobiernos.
Muchachos que desde ahora, por esa ausencia institucional, quedan privados de su derecho a un futuro mejor.