Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; 13 de junio de 2025.- Infecciones, complicaciones durante el parto y traumatismos fueron algunas de las principales causas de muerte entre los antiguos mesoamericanos, de acuerdo con estudios realizados a partir de restos óseos localizados por arqueólogos en distintas zonas de la región.
Durante una entrevista en el programa radiofónico Divulga UNICACH, las académicas de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), Royma Gutiérrez García y María Eugenia Balderas Correa, explicaron cómo la antropología física y la arqueología permiten reconstruir aspectos clave de la vida y salud de poblaciones prehispánicas.
María Eugenia Balderas, antropóloga física, detalló que muchas enfermedades dejan marcas visibles en los huesos, y que su análisis permite conocer padecimientos, condiciones de vida e incluso hábitos alimenticios de los pueblos antiguos.
Como ejemplo, mencionó el hallazgo de 45 esqueletos en un chultún —cisterna prehispánica usada como espacio funerario— en la zona de Loma Zorrillo, donde se identificó que la población, perteneciente a una élite social, enfrentaba severas condiciones de salud.
“Se ha podido establecer que una de cada tres mujeres moría a causa de complicaciones durante el parto; aproximadamente el 30 por ciento de los niños menores de cuatro años no sobrevivía, y los hombres jóvenes fallecían frecuentemente por traumatismos”, indicó.
Por su parte, la arqueóloga Royma Gutiérrez García explicó que en la cosmovisión mesoamericana, la muerte de una mujer en el parto tenía el mismo valor simbólico que la de un guerrero en combate, siendo elevadas al rango de diosas.
Debido a estos factores, la esperanza de vida en las sociedades mesoamericanas rondaba los 37 años, mientras que en la misma época, en países europeos como Francia, era de apenas 29 años.
Finalmente, Gutiérrez García recordó que en la Licenciatura en Arqueología de la UNICACH, con sede en Chiapa de Corzo, se imparten materias de antropología física y se cuenta con un laboratorio de osteología, área especializada en el estudio de los huesos, donde se forman nuevos profesionales para el análisis del pasado.
