Tuxtla Gutiérrez, Chis., 04 NOV.-Indígenas tzotziles desplazados del municipio de San Pedro Chenalhó, en la región de los Altos de Chiapas, llegaron este martes a la capital del estado para exigir justicia y seguridad, por lo que permanecerán en plantón indefinido en las afueras del Palacio Legislativo hasta tener una respuesta favorable de las autoridades estatales.
Los indígenas, exigen justicia por los hechos de violencia ocurridos el 24 de junio y el 29 de septiembre de 2022, cuando más de 200 personas indígenas fueron víctimas de un ataque armado derivado de una disputa agraria en los límites con el municipio de Aldama.
Manuel Gómez Velasco, representante de los desplazados recordó que a partir de dichas fechas los desplazados viven refugiados en una bodega ubicada en la comunidad zapatista San Pedro Polhó, y en el municipio de Chenalhó.
A pesar de sobrevivir en condiciones infrahumanas con conocimiento de las autoridades estatal reiteró que viven en condiciones precarias, sin empleo y con escaso apoyo gubernamental.
Vivimos con mucho sufrimiento en el campamento, no tenemos trabajo ni recursos, en tanto que el gobierno, les envía algunos insumos como si fuéramos “limosneros”, que son insuficientes para todas las familias desplazadas por la violencia existente en la región, lamentan los indígenas.
A más de tres años de los hechos, cinco personas permanecen desaparecidas, en tanto que los responsables de la violencia continúan en libertad.
En un pronunciamiento, los desplazados exigen la búsqueda inmediata de los desaparecidos, la reparación de daños materiales, y el cumplimiento de minutas firmadas que, aseguran, han sido ignoradas por el gobierno actual.
Asimismo, denunciaron la complicidad entre autoridades municipales y grupos armados del sector Santa Marta, de aquella localidad.
A tres años de ser desplazados por grupos armados, los han engañado, cumplen con mentiras y buscan excusas para ocultar los crímenes cometidos en septiembre de 2022 en complicidad con el ayuntamiento de Chenalhó, concluyeron.
En octubre de 2022, cerca de 200 indígenas tzotziles en Chenalhó, Chiapas, han denunciado fue fueron obligados a abandonar sus viviendas ante el clima de violencia generado por un conflicto armado en la zona.
Las familias, en su mayoría mujeres y niños, señalaron que algunos de sus integrantes habían sido asesinados y que sus tierras habían sido quemadas en balaceras continuas que hacen imposible habitar en su lugar de origen.












