Tubo de Ensayo, por René Delios ·
La incongruencia inició en 2015 cuando en Sinaloa, Puebla, Quintana Roo, Zacatecas, Durango y Veracruz se anunciaron las primeras alianzas entre el PAN y el PRD, y ya para 2016, habían ganado los gobiernos de Puebla y Veracruz en 2016 y para 2017 el de Nayarit.
Por esas fechas se decía -empezando por Manlio Favio Beltrones- que no se podía fundir agua con aceite “eso es contra natura”, llegó a afirmar el entonces dirigente priista, en una clara falta de convicción partidista, pues en ese momento eran nuevos como dirigentes nacionales tanto el del PAN como el PRD, a los que .-tecnócratas- solo les interesaron los resultados, no la manera de realizarlos, aun se vio tan sucia la manipulación de conceptos pues ¿Qué con el proyecto de gobierno de acuerdo a los estatutos de cada uno de éstos partidos?
Pero la verdad es que en dos años -2016-2018- se echaron a la bolsa seis gobiernos: Veracruz, Puebla, Quintana Roo, Durango, Nayarit, Zacatecas y Tamaulipas.
¿Qué le dijeron a la militancia luego de décadas de enemistades entre izquierda y derecha? ¿Qué filosofía política –antagónicas desde la letra estatutaria hasta el discurso social- finalmente coinciden en esos partidos?
La verdad no, no hay coincidencias, pero si conveniencias, en dónde lo menos importante es la ideología, la convicción política, algo que ya es modus operandi en México, y que se ve en el cómo, militantes de todas las siglas se cambian de camiseta sin ningún problema, con tal de llegar a los cargos de elección, pues ahora -se dice- la gente vota por la gente, no por el partido, y es en dónde volvemos a preguntar.
¿Entonces qué caso tiene seguir manteniendo siglas partidistas, que la verdad han defraudado a la democracia como tal, y han servido solo de agencia de colocaciones a los cotos de poder regionales y nacionales, como lo vemos con los que, ahora militan en otras siglas, en especial en la 4T, luego de sexenios de servilismo político al PRI, al PAN o al PRD?
¿Qué pensará Beltrones sobre el que, su partido, finalmente fue a caer a esa alianza “contra natura” que él, descalificó no hace ocho años?
Y como esa, nos podemos ir de largo, hasta el 2024, sino es que antes el paréntesis electoral de 2023, da otra sorpresa, sea en las extraordinarias de Tamaulipas -municipales- o en las estatales de Edomex y Tamaulipas.
Esto porque ya quedó claro cuando Ricardo Anaya y Alejandra Barrales -en 2018- se esforzaron en explicar por qué sus partidos iban juntos por la presidencia, los militantes tradicionales, esto son los conservadores panistas y los radicales perredistas, los dejaron en realidad solos.
Pero ahora están de moda las coaliciones y los frentes, no solo en México, sino por todo el mundo, en especial en Europa, que es en dónde inició esta modalidad, solo que allá hay coincidencias entre partidos: sus planteamientos básicos.
Ya es más constante que esos partidos formen alianzas, desde 2010, y en las entidades, se les adhieran partidos locales.
Pero de pronto, en 2018, la alianza PAN-PRD dio el bajón, y cayó el PRI, y de ahí la otra alianza -presidida por AMLO-, Morena, PVEM y PT, es la que figura: 20 gubernaturas en cuatro años, y puede que en éste, el PRI deje de ser gobierno en las entidades del país, si pierde Edomex y Coahuila.
Ahora sí que, pasaría a ser historia.
Pero insisten en ir juntos en “Va por México”, cuando ha sido claro que en estos años, México no vota por ellos, y eso es lo que tiene preocupados a una oposición que ha gastado mucho varo, entre los visibles Claudio X. González., Gustavo de Hoyos, Concamin, Coparmex, Cmic, y súmele a las restantes cámaras y organismos de los hombres y mujeres del dinero en México, que no ven con quien desde la oposición, hacerle frente a un movimiento de regeneración nacional que, hunde a México, según esto, mientras la gente le sigue dando su respaldo político, lo que se ve en los números y resultados electorales.
