HA SIDO un sexenio muy destructivo con la educación: Aurelio Nuño

Ciudad de México, 05 AGO.-“Las maestras y los maestros, no solamente no se pueden profesionalizar, sino que viven bajo el dominio arbitrario de los líderes sindicales”, dice Aurelio Nuño Mayer, quien fue secretario de Educación Pública entre 2015 y 2017, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

En entrevista con El Sol de México, quien fuera uno de los encargados de implementar la reforma educativa de 2013, explica que el sexenio de Andrés Manuel López Obrador fue destructivo contra la educación, pues la desaparición del Servicio Profesional Docente, que dice es el peor error de la actual administración en materia educativa, le devolvió el control de la educación a los líderes sindicales.

“Los errores no son solamente errores. Son este mismo proceso de destrucción que te decía. El número uno me parece que fue haber destruido el Servicio Profesional Docente, el INEE y haberle regresado el control de la vida profesional de los docentes a los líderes sindicales”, dijo.

¿Cómo calificaría el sistema educativo nacional en este sexenio?

Mira, ha sido un sexenio muy destructivo con la educación. Ha destruido instituciones clave para el sistema educativo, como el Servicio Profesional Docente, que construimos durante la reforma educativa en el gobierno del presidente Enrique Peña.

Destruyó el INEE, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que fue otra institución clave. Ha invertido mucho menos en educación, ha habido un rezago muy importante en esa materia.

Destruyó otra institución fundamental que eran las Escuelas de Tiempo Completo, que eran instituciones de libertad porque los niños, particularmente los niños más marginados, dos terceras partes de las Escuelas de Tiempo Completo estaban en las comunidades más marginadas del país, la mayoría de ellas indígenas.

Ha sido un sexenio muy destructivo con la educación

El saldo y el resultado fue destrucción. Esa destrucción tuvo un impacto, primero en las coberturas. Por primera vez, desde que se creó la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 1921 con José Vasconcelos, hubo un decrecimiento en la matrícula. Desde hace casi un siglo, cada gobierno, algo incrementó la matrícula escolar.

En este caso, por primera vez, descendió un millón y medio menos de estudiantes. El otro resultado es el rezago educativo. Si de por sí teníamos muchos problemas con la calidad educativa en el país, por eso hicimos la reforma educativa en 2013, de 2012 a 2018 realmente, para mejorar la calidad de la educación, ahora retrocedimos aún más.

De acuerdo con los resultados de la última prueba PISA, retrocedimos 10 años en matemáticas. Se había avanzado un poco, pero se retrocedió. Menos del uno por ciento de los estudiantes de 15 años en México, de acuerdo a esta prueba PISA, es capaz de distinguir entre un hecho y una opinión, después de leer un texto corto.

Entonces, tenemos un problema grave en que hemos retrocedido en la cobertura y hemos retrocedido en la calidad, que de por sí ya estaba muy deteriorada y retrocedimos con la destrucción institucional y particularmente con un tema que es fundamental que es la parte política que es central.

¿Cuáles cree que son los principales aciertos y cuáles son los principales errores que observa en el sistema educativo actual?

Los errores no son solamente errores. Son este mismo proceso de destrucción que te decía. El número uno me parece que fue haber destruido el Servicio Profesional Docente, el INEE y haberle regresado el control de la vida profesional de los docentes a los líderes sindicales.

Ese para mí es el mayor error, porque la calidad de un sistema educativo es la calidad de sus maestras y de sus maestros. Es lo más importante. Todo importa evidentemente, importa la infraestructura, importa los materiales educativos, importan los planes de estudio, importa la tecnología, todo importa, pero lo que más importa son las maestras y los maestros.

Todos lo hemos vivido alguna vez en nuestra vida: una buena maestra y un buen maestro cambia tu vida y esa es la esencia del proceso de aprendizaje.

Las maestras y los maestros, no solamente no se pueden profesionalizar, sino que viven bajo el dominio arbitrario de los líderes sindicales. Son sujetos de muchísimas arbitrariedades. Entonces, ese es el retroceso más grande, porque además reconstruirlo es muy complicado, porque es un problema político y es un problema político que no se había podido solucionar a lo largo de décadas, porque ese poder que concentraban los líderes sindicales, a través del control de la vida profesional, que les permitía coaccionar la movilización de los docentes, les daba mucho poder a los líderes sindicales.

Cuando llegamos nosotros en 2012, prácticamente todas las secretarías de educación estatales estaban bajo control o del SNTE o de la CNTE o recordarán ustedes, en el gobierno del presidente Felipe Calderón, que el yerno de la líder sindical, en ese momento, era el subsecretario de educación pública.

Bueno, eso era a cambio de ese poder de movilización de votos y en el caso de la Coordinadora, por las movilizaciones. La Coordinadora tiene un lema que es, digamos, la esencia de su estrategia: movilización, negociación, movilización y es un ciclo que nunca termina. Eso llevó, por ejemplo, a la quiebra a los gobiernos de Michoacán y puso en serios aprietos a las finanzas del gobierno de Guerrero, de Chiapas y desquició al estado de Oaxaca durante mucho tiempo y por supuesto que inhibe la profesionalización bajo ese control.

El segundo error fue que las Escuelas de Tiempo Completo debían de haber continuado. Nosotros, cuando llegamos al gobierno, había solamente seis mil escuelas de tiempo completo. En 2012 y 2018 llegamos a 25 mil. Ha sido la mayor expansión de las Escuelas de Tiempo Completo. Invertimos más de 10 mil millones de pesos y la idea es que siguieran, pero se acabaron. Ese creo que fue el segundo error.

El tercer error fue haber acabado con el programa social Prospera, que apoyaba a las familias más marginadas y les daba un apoyo económico para que sus hijas y sus hijos estuvieran en la escuela. Entonces, un problema que existía es que las familias más marginadas, en muchas ocasiones, las niñas y los niños y los jóvenes no podían asistir a la escuela porque tenían que trabajar para apoyar el gasto familiar.

Hoy hay, en 2024, un millón y medio menos estudiantes que en 2018, a pesar de que tenemos más niños y más jóvenes. Es la primera vez, como decía hace un momento, en 100 años, prácticamente, o en más de 100 años, desde el 1921 que se creó la SEP, en donde hemos tenido un retroceso en la matrícula en lugar de aumentarla. Tuvimos una pérdida de medio millón de niños en preescolar, más de 600 mil niños en primaria, 500 mil en secundaria y otros 500 mil en bachillerato por haber quitado ese programa. Ese es el tercer error garrafal.

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