Ciudad de México, 16 ENE.-La guerra contra el narcotráfico no solo ha generado la desaparición de más de 100,000 mexicanos. Las Fuerzas Armadas, a quienes se les sacó de los cuarteles para incorporarlas a tareas de seguridad, reportan más de 200 desapariciones de sus elementos.
De acuerdo con datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en los últimos 16 años han sido reportados como desaparecidos 290 integrantes del Ejército. Tenientes, sargentos, cabos y soldados, los militares de los que se desconoce su paradero.
En 2007, fue el primer año en reportar la desaparición de tres de sus elementos. Para ese momento la llamada “guerra contra el narcotráfico”, emprendida en el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón, sumaba un año de haber sido declarada. Ese año dos elementos de la Dirección General de Infantería y uno de la Dirección General de Administración fueron reportados como desaparecidos.
Un reporte de la Sedena titulado “Estado global del personal del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, que por diferentes motivos causó baja, en los años de 1985 al 30 de junio de 2022 ”, refiere que el año 2014 fue uno de los que más desapariciones registró. Se trata del segundo año del gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto cuando se reportó la ausencia de 130 militares.
Ese año fue la tropa la que puso las víctimas. Un total de 121 soldados y nueve cabos desaparecieron.
También en 2014 desapareció Julio César López Patolzin , quien de acuerdo con Alejandro Encinas, presidente de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia (CoVAJ), era un elemento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) infiltrado en la Escuela Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.
Julio César López Patolzin era un soldado en activo cuando ocurrió la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre.
En agosto pasado, Encinas Rodríguez aseguró que si las Fuerzas Armadas hubieran seguido el protocolo ante desapariciones de uno de sus elementos, se pudo haber dado con el paradero de los otros normalistas.
«Se confirma que los mandos militares de la región no realizaron acciones para la protección y búsqueda del soldado Julio César López Patolzin, lo cual era su obligación», dijo Alejandro Encinas.
Una de las últimas desapariciones que se han reportado es la de coronel José Isidro Grimaldo Muñoz. El 10 de diciembre de 2022, presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) privaron de su libertad al coronel en el municipio de Tapalpa, Jalisco.
“Fue interceptado por dos vehículos con gente armada, quienes con uso de violencia lo obligaron a descender de su vehículo, llevándoselo con dirección desconocida”, informó el general Crisóforo Martínez Parra, comandante de la Quinceava Zona Militar.
Más de 2,000 elementos del Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional han sido desplegados para su búsqueda, sin embargo, hasta ahora se desconoce su paradero.
¿Qué se hace cuándo un militar desaparece?
Las Fuerzas Armadas tienen un protocolo a implementar cuando un militar desaparece. De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional, cuando de un elemento se desconoce su paradero:
a) Se ordena la búsqueda, localización y de ser posible, rescate del militar. Elaborando los partes oficiales e incluyendo los antecedentes del elemento desaparecido.
b) Se da vista al agente del Ministerio Público militar a fin de que proceda conforme a sus facultades y atribuciones.
c) Se establece coordinación con las instancias de los tres niveles de gobierno con el propósito de implementar mecanismos que permitan ayudar a ubicar el paradero del militar desaparecido.
d) Se da asesoría a los familiares para que presenten su denuncia ante el Ministerio Público federal y se les orienta sobre las acciones que deben seguir, así como los beneficios a los que tienen derecho mientras se determina su situación jurídica. Se les entrega el 100% de los recursos que recibía el militar.
Militares en tareas de seguridad
Durante los últimos tres sexenios, los militares se han desempeñado en tareas de seguridad pública.
El expresidente Felipe Calderón los sacó de los cuarteles para encargarse de tareas de seguridad pública. El 11 de diciembre de 2006 se enviaron a 7,000 militares y policías a Michoacán para implementar el operativo antidrogas más grande que hasta ese momento se había realizado.
El uso del Ejército en tareas de seguridad pública ha sido cuestionado y rechazado por expertos y organizaciones de la sociedad civil porque no están preparados para ello.
“Son disciplinas muy distintas. El Ejército tiene como tarea encargarse de la seguridad nacional, desde el exterior. Corresponde a las instancias civiles encargarse de la seguridad pública. La policía civil se rige por una serie de protocolos como el Certificado Único Policial, protocolos de actuación de primer respondiente y más, es un esquema de especialización de policías civiles, con lo que no cuentan los militares, su formación es diferente”, precisa Juan Carlos Piña, especialista en seguridad y catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM).
Hasta el 19 de diciembre pasado, en México se tenían 179,079 militares desplegados en tareas de seguridad pública, protección marítima y portuaria, control migratorio, erradicación Intensiva de plantíos ilícitos, combate al robo de hidrocarburos, entre otras.